Diego Ventura tuvo la Plaza México como marco esplendoroso para poner punto final a su campaña de este lado del Atlántico. Aquí cumplió su corrida número 25 ante un  público que se le entregó hasta el punto de corear su nombre en repetidas ocasiones casi al final de la corrida para solicitarle que regalara un toro que les dejara verle torear una vez más antes de su partida a España y después de que había dado una completa actuación frente al buen primero y al deslucido cuarto de la ganadería de La Estancia, al último de los cuales les cortó una oreja tras haber pinchado al otro para perder los apéndices.

Para Ventura la tarde terminó en buen talante, después de una gran actuación con el toro que abrió plaza, ya que su entregada actuación no estuvo exenta de una caída que fue producto del estado del ruedo que no estaba acondicionado al cien por ciento, ya que la noche previa quedó maltrecho por una tremenda granizada. De esta peligrosa situación salió adelante con raza y casta que fueron evidentes en torero y caballos.

En esas condiciones Diego Ventura recibió con Buena Víbora, con el que recorrió el redondel en lances comprometidos que arrancaron hasta tres oles de la afición. La bravura  del astado propició que buscara y tirara derrotes que fueron atemperados por la experiencia del rejoneador que manejó magistralmente a Nazarí. Para la colocación de banderillas empleó a Ordóñez, que tras vibrantes lances resbaló y junto con Ventura cayó sobre la arena. De inmediato Diego lo volvió a montar para colocar banderillas comprometidas a las que siguieron las piruetas que pusieron al público en pie. Cerró el terció con Califa para colocar medio rejón de muerte. Empleó en dos ocasiones el descabello antes que el toro doblara, por lo que perdió los apéndices de una gran faena.

Al segundo de su lote lo recibió a lomos de Buena Víbora, desafortunadamente resultó deslucido y además le costaba mucho encelarlo para provocar la embestida. Sobre Cheke se lució en las banderillas en el mismo tono que las que puso a lomos de Remate. Cerró su rotunda labor con Califa al colocar las banderillas cortas al violín y tras un pinchazo lo remató de un rejonazo. Cortó una oreja que paseó entre la aclamación popular. Al término de la corrida, el público se desbordó sobre el ruedo y no le dejaba ir de la plaza y una vez más lo acompañó hasta la calle entre gritos de ¡Diego, Diego!

El rejoneador de La Puebla del Río, regresará a España el próximo 4 de marzo para arrancar su temporada en la Feria de Fallas de Valencia.

FICHA DE FESTEJO

Plaza México. Decimoctava corrida de la Temporada Grande. Unos 18 mil aficionados en tarde fresca y con viento.

Dos toros de La Estancia para rejones y cuatro de Marco Garfia para los toreros de a pie, que cumplieron en presencia pero fueron deslucidos, a excepción del primero que dio buen juego.

DIEGO VENTURA: Ovación y oreja.

URIEL MORENO ‘EL ZAPATA’: Oreja, dos orejas y cornada en el muslo izquierdo.

FERMIN RIVERA: Ovación en su lote y palmas en el de regalo.

Fotos: Tadeo Alcina