El novillero Diego Silveti se ha alzado como máximo triunfador en la novillada celebrada en Riumes (Francia), donde cortó tres orejas, consiguiendo abrir la puerta grande después de dar una gran tarde de toros para salir en hombros.

 

El festejo, que quedó en un mano a mano entre Silveti y Mathieu Guillon al sufrir una grave cornada la novillera Conchi Ríos, ha supuesto un nuevo paso importante en la temporada del diestro mexicano.

 

Con lleno en los tendidos se han lidiado seis novillos de La Laguna, bien presentados, y en general, de buen juego. Mathieu Guillon (Silencio, silencio en el que estoqueó por Conchi Ríos y silencio), Conchi Ríos (herida al comienzo de la faena de muleta al segundo novillo de la tarde) y Diego Silveti (oreja, oreja con petición de la segunda en el que estoqueó por Ríos y oreja, puerta grande y salida en hombros).

 

Muy buena tarde la que dio Diego Silveti en Rieumes con los tres novillos de La Laguna que estoqueó. El primero de ellos fue un animal noble pero de poca fuerza, al que toreó con mucho gusto a la verónica. Muy centrado, haciendo siempre las cosas a favor del novillo para aprovechar sus virtudes y corregir sus defectos, Silveti se mostró muy templado, cuajando muletazos de calidad. El final de faena por estatuarios y varios pases del desprecio calaron hondo en los tendidos. Tras una estocada cortó la primera oreja.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El quinto, que estoqueó por Conchi Ríos, toreó con gusto por los dos pitones, destacando nuevamente en su toreo al natural, con tres series de gran empaque y temple. También consiguió buenos momentos por el lado derecho, manteniendo en todo momento la atención de los tendidos, que durante toda la tarde se sintieron muy identificados con el concepto y las maneras de Diego Silveti. Tras un pinchazo, consiguió una buena estocada, cortando otra nueva oreja con fuerte petición de la segunda.

 

En el sexto cuajó un gran quite de chicuelinas, templadas y de manos bajas, aunque este novillo no tuvo la condición de los otros, pues se quedó corto y se metió por los dos pitones. Por el lado derecho se dejó más, y fue por ese pitón por donde Diego lo apuró al máximo, mostrándose muy por encima de la condición del animal. Sin conformarse con las dos orejas que ya había cortado, Diego se volcó tras la espada, cortando un nuevo trofeo.

 

Por su parte, el francés Mathieu Guillo fue silenciado tras matar sus tres novillos. El primero de ellos tuvo calidad y nobleza, y el diestro galo estuvo voluntarioso. Tras la cogida de Conchi Ríos al comienzo de la faena del segundo Guillon lo estoqueó, recibiendo también silencio. Y con el cuarto estuvo de nuevo voluntarioso.

 

Mala suerte tuvo la novillera murciana Conchi Ríos, pues nada más iniciar la faena, situada en la segunda raya, el novillo le embistió cruzado y la arrolló, propinándole una grave cornada en la ingle con dos trayectorias de 15 y 12 cms., respectivamente. En el momento de emitir esta nota de prensa se desconocía el alcance del percance.