La plaza de toros de Las Ventas asistió el pasado domingo 24 de julio, a la despedida como novillero de Diego Silveti, quien en fecha y ocasión tan especial, ha causado una magnífica sensación ante la afición madrileña. El valor, la decisión, la capacidad y un asentado concepto del toreo y de la responsabilidad, han hecho que el paso del mexicano por Las Ventas haya sido valorado por la afición y la prensa.

 

Los fallos con la espada en ambos novillos fue el úncio pero a una actuación que a punto estuvo de valerle una oreja tras la muerte de sus novillos. En su primero, después de una petición de trofeo no atendida por la presidencia, Diego Silveti se vio obligado a recorrer el anillo.

 

Con una muy buena entrada en los tendidos de Las Ventas se han lidiado 4 novillos de Guadalest y 2 sobreros (4º y5º) de La Constancia. El resultado de los toreros fue el siguiente: CRISTIAN ESCRIBANO (silencio y ovación), DIEGO SILVETI (vuelta tras petición de oreja y palmas tras aviso) y MARIO ALCALDE (silencio tras aviso y ovación).

 

Buena de verdad la actuación de Diego Silveti en la que era su última novillada antes de tomar la alternativa el próximo 12 de agosto en Gijón. Con su primer novillo, perteneciente a la ganadería titular de Guadalest, un animal serio y muy bien presentado, pero de no mucha fuerza, ha estado en todo momento muy metido en la faena, aprovechando la nobleza que el animal desarrolló. El novillo siguió la muleta con mejor son por el pitón derecho, cuajando muletazos de temple y despaciosidad, y robandole también buenos pases al natural, lado por el que el novillo se empleó mucho menos. A ese gran sentido del toreo sumó Silveti la raza y la disposición que uno tiene que tener ante estos compromisos, como lo demostró en un ajustadísimo final por bernadinas. Un pinchazo previo a la estocada definitiva, dieron paso a una petición de oreja no atendida por el palco. La vuelta al ruedo fue unánime.

 

Esa misma disposición, además de serenidad, valor y buena técnica, demostró Diego Silveti a la hora de enfrentarse al quinto, un sobrero serio, de feas hechuras, manso y con complicaciones de la ganadería de La Constancia. Silveti tiró de valor para enfrentarse a un animal que le puso las cosas difíciles. Sin embargo, el mexicano se impuso con enorme disposición, arrimándose de verdad y sacando muletazos donde no los había. Con la plaza metida en su faena, el final puso aún más emoción, pasándose por la espalda varias veces al novillo con aplomo y enorme firmeza. Cuando tenía la oreja en la mano pinchó varias veces, esfumándose un seguro trofeo.

 

A pesar de no cortar orejas, Diego Silveti ha demostrado llegar preparado a la alternativa, poniendo un broche importante a su carrera como novillero. Madrid le demostró con su entrega que su nuevo paso por Las Ventas ha sido importante y muy significativo.

 

Sus compañeros de cartel pasaron con suerte desigual en este festejo. Cristian Escribano fue ovacionado a la muerte del cuarto, mostrandose por encima de sus oponentes. Esa misma disposición mostró el otro componente de la novillada, el madrileño Mario Alcalde, que se presentaba ante la afición madrileña en este festejo.