Desde México: José Antonio Luna Alarcón. Profesor Cultura y Arte Taurino. UPAEP
Era de esperarse. La pandemia se está cargando muchas cosas y lo del toreo, rito anacrónico, pende de hilos delgados que se van rompiendo uno a uno. Sin embargo, que el futuro adverso se tuviera a la vista no quita la nostalgia que da el ir perdiendo un mundo entrañable, que si se mira desde la actualidad incierta, era perfecto. En los últimos días, Federico Arnás ha dicho adiós a Tendido Cero y 6 Toros 6 sacó a la luz su último número.
El comentarista desde su barrera del programa de televisión y esa revista me mostraron escenarios lejanos en los que los toros tenían estampa de toros y los toreros, sello de héroes mitológicos. Fueron escaparates para asomarse al ámbito del toreo español. No había otra manera, a menos que se tuviera el suficiente parné para pagar un vuelo a Madrid, más los hospedajes, comida, cañas, tintorros, ginebras con tónico y las entradas a las corridas. Como en ese entonces, el que esto firma no tenía para costearlo, se conformaba con ver los reportajes que hacían en Tendido Cero y las magníficas fotografías e interesantes artículos y crónicas que publicaba la querida revista.
La preciosa y muy interesante serie titulada La Tauromaquia fue el embrión que durante 1986 dio pie a Tendido Cero; entonces, el director era el crítico taurino Fernando Fernández Román. Recuerdo que en México el programa transmitido por Televisión Española Internacional pasaba los sábados a la medianoche. Sin embargo, la desvelada valía mucho la pena por la calidad de su contenido y por la seriedad de lo que informaban. Federico Arnás lo condujo desde el año 2004 y lo acompañaron Belén Plaza, Carlos Ruiz Villasuso y Javier Hurtado. La pandemia provocó, que la frecuencia de transmisión del informativo taurino fuera irregular y en cuanto vuelva a la normalidad no estará más el sensato y afinado periodista.
Recuerdo que el mismo Arnás hermanó a la revista con el programa de televisión durante el tiempo que publicó en ella una columna. Por su parte, las fechas extremas de 6 Toros 6 van de 1991 a este extraño 2020 en el que el ámbito de los toros ha cambiado de modo radical. En la memoria de papel quedan las gestas del toreo de la última década del siglo veinte y las dos primeras del que sigue.
Pasaron muchas cosas durante este tiempo. Vimos a César Rincón treparse a los cuernos de la luna; a José Miguel Arroyo Joselito llegar, consagrarse y decir adiós muy pronto; la disputa por el mando del toreo entre Enrique Ponce y El Juli; la gloria inalcanzable de José Tomás; la consolidación de las ganaderías de Victorino y de Adolfo Martín; la destreza y el valor de gigantes como Fernando Robleño, Javier Valverde, Javier Castaño y Rafael Rubio Rafaelillo; a José Antonio Morante de la Puebla encandilar a Sevilla; a Juan José Padilla, hilla, hilla maravilla, encumbrarse en Pamplona; el vértigo inaudito de El Fandi con las gladiolas; los nuevos vientos que trajeron Paco Ureña, Diego Urdiales, Román, y muchos hombres y acontecimientos más.
Sí, lo sé, la fuente de la nostalgia está dentro de mí. Adioses, finales, ausencias, pérdidas… es la vida que está cambiando y nosotros junto con ella. El toreo, como la poesía, planta su belleza en el arte de la remembranza. No es para tanto, puede, pero hoy, quiero estar triste.