De Almoharín, cerquita de Montánchez. A quienquiera que se le pregunte por este famoso nombre en el mundo entero, nos hablará de sus maravillosas fincas, de sus encinas, de su genuino producto: el jamón que lleva su nombre; y los de allí nos hablarían de la antena de televisión en lo alto de la sierra que, en tiempos, intentaba llevar la imagen a toda la tierra extremeña. Pues bien, Almoharín, cerquita de Montánchez, nos envía una gran persona, trabajadora al máximo, que ha conseguido la fama, la buena, la que trae la popularidad, que se ha hecho a sií misma y se ha convertido en una gran estrella de la peluquería masculina y femenina.