Por: Víctor Ramírez “Vitico”

Curro Ramírez cumple esta temporada 15 años de alternativa, tres lustros entregado en alma y corazón a su profesión, a un modo de vida. El 7 de septiembre de 2008, vestido de azul marino y oro, lidiaba a “Músico”, número 191, negro con 469 kilos de San José de Bolívar, tras la ceremonia oficiada por su padrino Ruiz Manuel, con el testimonio de Manuel Escribano. Su segundo toro en día tan señalado fue “Taponero”, número 484 con 425 kilos. Cerraba su etapa como novillero, cumplía un sueño y empezaba a escribir el libro como matador de toros.

Una carrera que no ha sido nada fácil, un peregrinar entre espinas para poder oler la fragancia de las rosas. Curro no desmaya a pesar de muchos avatares que han forjado su carácter. Luego de la alternativa empezaba su paso por plazas como Escuque, Trujillo donde cortó dos orejas a un toro de El Laurel, La Concepción, para compaginar su presencia en la temporada nacional con festejos en España.

En el sexto aniversario de su alternativa, el 7 de septiembre de 2014 logró abrir la puerta grande del Coliseo de Tovar en un emocionante mano a mano con Rafael Orellana, vestido de nazareno y oro, Curro dio la vuelta al ruedo en su primer toro “Sabanetero” número 167, negro con 489 kilos de El Prado y le cortó las dos orejas a “Corozeño”, número 155, castaño con 430 kilos de Rancho Grande.

El 25 de agosto de 2018 se presentó como matador de toros en Tariba vestido de nazareno y oro,  lidiando ejemplares de Campolargo, siendo testigo de la alternativa del azteca Rodrigo Cepeda “El Breco” de manos de Jorge Delijorge. Curro cortó tres orejas, una a “Hispano” número 205 y las dos a “Tajonero” número 194.

En Olvera (Cádiz) actuó de sobresaliente el 30 de agosto de 2019, vestido de rosa y oro, en una tarde en la que se lidiaron toros de Carlos Núñez y Montes de Oca, alternando el rejoneador Luis Sánchez Zambrano y los diestros Octavio Chacón y Manuel Escribano. El torero a caballo sufrió un fuerte percance iniciando la faena y tuvo que hacerse cargo del toro Curro, que tras un buen trasteo cortó una oreja.

Ese mismo año en Tovar, destacaron los largos y profundos naturales al toro “Metralla”, número 158, negro con 440 kilos de El Prado la tarde del 6 de septiembre, dando una merecida vuelta al ruedo que pudo ser con dos orejas de no fallar a espadas. A pesar de la pandemia y la reducción de festejos, el torero tovareño ha seguido actuando en España en festivales y como sobresaliente, dejando en su tarde del año pasado en la feria de su ciudad una muestra de su excelente mano izquierda.

En estos tres largos lustros, la lucha ha sido muy grande, los obstáculos muchos pero la perseverancia y afición siguen intactas, alimentando muchos sueños e ilusiones, entre ellos presentarse como espada de alternativa en Mérida y otras ferias del país. Con el apoyo de su familia y su hijo Luis David, fiel compañero de lucha, en este año 15 sigue en pie Curro Ramírez, esperando mejores vientos para llegar a buen puerto.