Cuando entramos pudimos observar como el albero estaba cubierto con una gran lona, supongo que esa lona italiana, de la que tanto se habló, y que por fin ha llegado a Sevilla, aunque necesite de una cuadrilla de unos veinte jóvenes para poder plegarla y guardarla. Menos mal que apenas había llovido, porque si no, no hubieran podido con ella.

La peor parte se la ha llevado Arturo Macías, el mejicano que ha cruzado el charco a probar suerte y hoy, de momento, lo que se ha llevado ha sido un revolcón en su primero que le destrozó la taleguilla y la cornada de su segundo. Con lo cual, de momento, de suerte poco. Vino dispuesto, eso sí, haciendo sus quites, desafiante ante los toros de Palha y, sobre todo, queriendo agradar al respetable. Todos los toros tuvieron un comportamiento desagradable e incierto, pero al menos no fueron falsos y avisaron del peligro cada vez. De ahí que no hayamos tenido una tarde más accidentada y con más heridos. El torero le expuso y quiso intentarlo, el toro le avisó y al segundo aviso, lo prendió de forma fea y espeluznante. La carne ya estaba calada y el torero fue llevado a la enfermería donde se preveía habría operación pues la cornada pareció ser amplia. Al toro agresor lo mató Marín y ya sólo deseábamos que saltase el sexto al ruedo y que acabase la tarde. En su primero Macías estuvo dispuesto recibiendo al toro por chicuelinas, la tercera demasiado ajustada. Respondió al quite Iván Fandiño con tafalleras y una media muy torera. Lo citó desde los medios dándole una gran distancia, pero el toro no se arrancó. Fue acortando distancia hasta que le cogió el sitio, se pasó la muleta con el pase cambiado por la espalda con mucho mérito pues el viento arreciaba. Después, pases y más pases sin ton, ni son, y así claro, imposible el triunfo.

Serafín Marín ya hace mucho tiempo que dejó de ser el que encandiló a la Maestranza con su capote y sus buenas maneras. Esta tarde tuvo en primer lugar a un enemigo que no era tal, pues casi no embestía y acusaba una excepcional falta de raza y casta. Por lo menos lo mató de estocada. Su segundo, el cuarto de la tarde, pareció en un principio que al menos se desplazaba, y que tenía otro tipo de arrancadas. Estuvo el catalán firme, pero el toro necesitaba que no lo atacaran. Le dio sus tiempos pero tampoco sirvió el esfuerzo para nada.

Iván Fandiño se ha presentado este martes en Sevilla sin ningún tipo de aval y garantía, por eso se ha terminado estrellando como sus compañeros. Al tercero lo recibió con el toreo a la verónica y el remate de una media que gustó mucho en los tendidos, pues le echaba los vuelos del capote y lo enganchaba muy bien llevándolo largo. Sólo pudo sacar algún muletazo en el inicio de faena aprovechando la inercia del toro, pero que fue todo de mentira y no le dio opción alguna. El sexto le daba hachazos continuamente y cada vez que comenzaba una serie se tragaba el primer pase, pero por el segundo no pasaba, y eso que ponía cara de tonto el toro… de lo más emocionante el desplante que le hizo al verse casi fuera de las garras del Palha. Y digo casi, porque aún tenía que matarlo y pasar por ese pitón derecho que lo buscaba continuamente. Su actitud y sus ganas se estrellaron una vez más con el petardo ganadero de Joao Folque de esta tarde en Sevilla.

 

 

PARTE FACULTATIVO DE ARTURO MACÍAS: Cornada de 20 cms en el muslo derecho. «Herida por asta de toro en cara interna, tercio medio del muslo derecho que atraviesa el sartorio y vasto interno, llegando hasta la parte posterior del fémur en una extensión de 20 centímetros. Otra herida con trayectoria hacia arriba y hacia fuera de diez centímetros de extensión, sin lesionar paquete vascular. Pronóstico Grave». Fdo. Dr. Ramón Vila.