Crónica de Ladislao Rodríguez Galán. Escalera del Éxito 260

A pesar del daño que le infligimos constantemente, la sabia naturaleza en vez de tomar represalias nos sigue protegiendo. Un ejemplo palpable son los árboles, pues a través de ellos cada día millones de toneladas de dióxido de carbono se convierten en oxigeno puro y limpio para que podamos seguir viviendo. Y a esos mismos árboles les ha provisto de hojas para que, a modo de toldo, en verano nos resguarden de los rayos de sol y después, en la estación fría, esas hojas se desprendan y así poder disfrutar del agradable sol que se filtra entre sus ramas desnudas. Cada árbol tiene su reconfortante sombra que nos brinda en los momentos en que los termómetros están a punto de estallar por las agobiantes temperaturas. En Córdoba entendemos bastante de sombras dada la insufrible canícula que padecemos.
Aunque hablando de sombras en Córdoba tenemos una que aunque no proteja del sol da a la plaza donde se proyecta un encanto especial. Nos referimos a la que se refleja sobre el empedrado y en las paredes laterales de la plaza de Capuchinos del universalmente conocido Cristo de los Faroles, que como saben preside esta plaza desde 1794 que lo levantara el artista Juan Navarro León que le añadió la característica de que los dos pies de la imagen están clavados por separado. La verja que rodea al monumento se instaló en 1924 y se cambiaron las lámparas de aceite de los faroles por otras eléctricas.
Dependiendo de la situación del sol la sombra de la pétrea imagen se alarga delante del crucifijo, en un lateral o detrás, pero siempre dando a la plaza, que ya cuenta con su propio embrujo, un toque especial. La sombra va rotando a través de los meses y dependiendo del mes, día y hora se pueden tomar bellísimas imágenes originales y diferentes. Por supuesto mucho más atractivas si son en blanco y negro.
Como hoy, gracias al móvil todos somos fotógrafos, no se lo piensen y dense una vuelta por esta emblemática plaza y aprovechen estos días en que la sombra es mas contrastada. Disfrutaran haciendo fotografías y se llevaran a casa unas imágenes hermosas y sorprendentes de la bendita sombra de nuestro Cristo de los Faroles. Tal como estas que les muestro.