Cuando han dejado de sonar clarines y timbales en los cosos españoles se puede definir la temporada diciendo que “no es oro todo lo que reluce”, independientemente que nos traten hacer saber lo contrario con comentarios ensalzando actuaciones ficticias coreadas  con frases de “Puerta Grande”, “salida en hombros”, “orejas y rabos, pero no se nos explica la verdad de esas faenas que se traga el público y no el aficionado. Hay cierto número de toreros que les repiten las empresas, torean con frecuencia y así se encuentran puestos y con sitio, pero el toreo que realizan en cada actuación de manera repetitiva es ventajista, citan al hilo del pitón, con el pico de la muleta y rematan el pase hacia fuera sin ligar y templare hay casos que el pase natural lo rematan con tal violencia que parece un trayazo muleteril, el temple no existe, en resumen son unos pegapases. Y acaban la aparente y chabacana faena de la decadente manera de ejecutar la suerte de matar. Se perfilan al hilo del pitón o fuera de la suerte, en vez de colocarse en el centro y jugar la muleta al pitón contrario. Con el brazo suelto se van descaradamente hacia fuera dando un salto y sin jugar la muleta. Así, la estocada inevitablemente queda caída y baja. Dobla el toro y se conceden  las orejas, el rabo y después la Puerta Grande, que dan motivo a los titulares pomposos de las reseñas, sin explicar si tal éxito ha tenido una base torera y lidiadora con autenticidad, o ha sido un espejismo. Sino se frena este desvarío de toreo la fiesta se va por el tobogán del mal toreo, teniéndonos que tragar las actuaciones de los pegapases aceptados actualmente como figuras del toreo. Mientras las empresas están echando de los ruedos toreros que hacen el toreo de verdad, clásico y sentido lidiador y realizan la suerte de matar según los cánones, pero estos molestan a las mal llamadas figuras. Y esto que denunciamos, lo llevamos soportando las doce temporadas sumadas del siglo XXI., sin que se ponga remedio. La Fiesta está en un mal momento, pues las ganaderías están acusando una rebaja de casta y fuerza, todavía tenemos fe en la casta Santa Coloma y Albaserrada, son un ejemplo; Cuadro, Victorino Martín, José Escolar y Adolfo Martín, entre otros.

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103