La solera de
Miguel Molina, alma mater, Escalera del Éxito 183 y presidente desde hace ocho años de
La jornada centraba el interés en la presidencia en los festejos taurinos y así se inició el acto con la presentación del propio Miguel Molina y la moderación del bibliófilo, historiador y escritor
Cada uno de ellos dio cumplida satisfacción al interés del moderador explicando el origen de su afición a los toros y su rápida adscripción a los equipos gubernativos en festejos taurinos a raíz de sus respectivos ingresos en el Cuerpo Nacional de Policía al que pertenecen, iniciándose en funciones de delegados de callejón para posteriormente acceder al palco de la presidencia.
El marco jurídico que regula la Fiesta fue ampliamente comentado con los criterios de aplicación de la Ley y el Reglamento nacional que la desarrolla, así como las nuevas reglamentaciones que ha proliferado en las distintas Comunidades Autónomas por transferencia de competencias del Ministerio del Interior.
Las inquietudes de los intervinientes no fueron ajenas a la problemática socio política que acosa a la Fiesta y la propia de la organización y estructura del estamento profesional, que tan nefastas consecuencias están acarreando en los últimos tiempos.
El animado coloquio suscitado con los asistentes que llenaron el majestuoso salón, propició la explicación del tratamiento reglamentario en los reconocimientos facultativos de la reses, sobre asesores del presidente, veterinarios, y de las distintas suertes, devolución de reses y naturalmente la concesión de trofeos.
De gran interés resultaron las cuestiones planteadas por los magníficos aficionados, entre los que se hallaba
El prestigioso cronista
No podía faltar la evocación de
Clausurado brillantemente el acto con las palabras del presidente de
Fue allí donde se compartieron recuerdos comunes entre los presentes, personajes como los apoderados Manolo Cano y Emilio Fernández, o el Pipo, anécdotas y actuaciones de toreros cordobeses en épocas pasadas como el universal Manuel Benítez El Cordobés, su paisano Palmeño, y el sordo de las Margaritas El Pireo, o Fernando Tortosa en su emparejamiento con Carnicerito de Úbeda en triunfal campaña novilleril, sin olvidar a José María Montilla, y aquella pareja de impacto de Zurito y El Puri que, según comentó el presidente Lamarca, tanta afición hizo entre niños y jóvenes de su Úbeda natal y otros pueblos de la provincia de Jaén.
Sorprendente resultó el tono de afición, de amor a la Fiesta y respeto a su profesión, demostrado por el Puri, cuando recordando con emoción al desparecido maestro de maestros del periodismo taurino y Escalera del Éxito 15, Don Rafael Campos de España, refirió una gran actuación suya en la plaza de Las Ventas donde, dijo: Tuve el honor de recibir sobre ese ruedo una cornada en la femoral……
Curiosa anécdota comentó con motivo de un frustrado brindis al Jefe del Estado Francisco Franco:
Estaba yo anunciado -decía El Puri ante el nutrido corro- en una corrida en Madrid a la que asistiría El Caudillo, fechas después de que toda la prensa publicara a bombo y platillo que se había efectuado el primer transplante de corazón de la historia, por el doctor Bernard. Yo tenía previsto -continuaba el diestro- brindar un toro a Franco, pero algún motivo ofical le impidió ir a la corrida y me quedé con las ganas…. ¡qué rabia!
¿Y con qué palabras tenías pensado brindarle? le preguntó
«Excelencia, si yo supiera que dándole mi corazón le haría vivir para siempre, se lo entregaría ahora mismo….
Alguien emocionado, alzando su copa de Moriles y elevando la mirada le dijo al Puri, brindemos, más vale tarde que nunca.