Los logros obtenidos por César Girón no paran, porque entre otros se destaca el de haber sido el único torero americano en indultar un toro en España.

 

El hecho ocurrió en Jerez de la Frontera (Cádiz), el 11 de septiembre de 1955 en la primera corrida concurso de ganaderías. En esa ocasión alternó con Antonio Bienvenida y Rafael Ortega que lidiaron toros de Juan Pedro Domecq, Marqués de Villamaría, Antonio Urquijo, Joaquín Buendía y Curro Chica y Eduardo Miura Fernández.

 

Luis Fernández Salcedo, en su obra “Verdad y Mentira de las Corridas de Concurso” explica como el diestro venezolano realizó tal hazaña, que de hecho fue histórica porque fue en la primera corrida de este tipo que se celebraba en la plaza jerezano y que posteriormente se convertiría en una de las más importantes corridas que se celebrarían en el calendario taurino Español.

 

“Desteñido”, número 6, con 447 kilos, perteneciente a la ganadería de Juan Pedro Domecq era el toro en cuestión y se lidió en tercer lugar, era gordo y enmorrillado y había nacido el 10 de septiembre de 1950, lo que quiere decir que tenía al momento de ser lidiado cinco años y un día de nacido. Dio una lidia excepcional desde que César Girón lo toreó con el capote, en varas dio una gran pelea al punto que en una de las entradas al caballo la vara se quebró quedando dentro del toro los primeros 32 centímetros de la vara.

 

César Girón entendió perfectamente las características del formidable toro y con el capote lo toreó superiormente por verónicas, lo banderilleó con su habitual maestría y posteriormente con la muleta realizó una colosal faena, con pases de todos los tipos, y cada vez mas largos y mientras más lo toreaba César, el toro embestía mejor lo que hizo que los aficionados que llenaron de bote en bote la plaza Jerezana se pusieran de pie y al unísono pidieran el indulto del excepcional “Desteñido”, indulto al que accedió la presidencia sin pensarlo dos veces y lo concedió. El gran toro volvió a los corrales a los acordes del Himno a Toro y para “El Gran César” fue la “Oreja de Plata”.

 

Otro logro más de este gran torero americano que volvió a demostrar el porque ha sido y seguirá siendo el mejor torero americano de todos los tiempos.

 

Otro logro como este no lo ha obtenido ningún otro torero nacido en América ni siquiera a partir del momento en que se reglamentaron los indultos.