Abrió el festejo Leonardo Benítez que destacó lanceando a la verónica al primero, cubriendo un tercio de banderillas discreto. El diestro ha elaborado una faena interesante, con varias series de muletazos largos y cadenciosos, rematados vistosamente con martinetes y largos pases de pecho. Noble el toro, fue cabalmente aprovechado por Benítez que cortó la primera oreja de la tarde tras una estocada.
 Ante el cuarto, encastado y con movilidad, Benítez mejoró la plana en banderillas, abriendo el trasteo con poderosos muletazos por bajo, llevando largo al ejemplar al que toreó con ligazón y emotividad. Varias series fueron buenas de verdad, encajado y gustándose el torero. Perdió un seguro trofeo tras fallar con la espada.
 
  Sebastián Castella no se dio coba ante el deslucido segundo, al que el francés intentó en un principio torear pero tras comprobar que era un imposible optó por abreviar. Con el soso y tardo quinto, asustó al miedo el torero, con un valor descomunal, apabullando literalmente al astado. Metido en los pitones, con un desprecio total por el peligro, Castella se pasó al toro una y otra vez en medio de la conmoción del público. Varios muletazos tuvieron largura y temple, pero lo que impactó fue esa manera tan inconmovible de estar en terrenos prohibidos con la misma tranquilidad de quien se toma un cafè. Tras una soberbia estocada, al diestro de Béziers le premiaron con las dos orejas y al toro con una incomprensible vuelta al ruedo en el arrastre, fuertemente abroncada por el público.
 
  La cadencia, el gusto y el empaque se vieron en la magnífica faena que José Maria Manzanares cuajó al tercero, noble pero que rompió a más gracias al temple mágico del torero alicantino que sencillamente lo bordó en bellos y hondos muletazos, por ambos pitones, destacando tres series al natural, en las  cuales llevó con suavidad y largura al astado. Faena grande que deslumbró al público. Una contundente estocada permitió el corte de las dos orejas que paseó el torero en una apoteósica vuelta al ruedo. Ante el lesionado y flojo sexto, no pudo redondear su tarde pero lo intentó con su característico temple.

  Al final de la corrida Castella y Manzanares prefirieron salir a pie del coso valenciano en medio de una gran ovación.
 
  

FICHA DE LA CORRIDA
 
  Plaza de toros de Valencia.
  Sábado 14 de noviembre de 2009.
  Tercera corrida de feria. Media entrada. Calor.
 
  Tres toros de El Prado (primero, tercero y cuarto) y tres de Rancho Grande (segundo, quinto y sexto), desiguales de presentación y juego. Chico y deslucido el segundo, flojo y lesionado el sexto. Nobles primero, tercero y cuarto. Al soso y descastado quinto, «Ritornello», número 74 se le premio con una vuelta al ruedo en el arrastre, fuertemente pitada por el público.
 
  Pesos: 482, 442, 472, 444, 446 y 452 kilos.


 
  Leonardo Benítez, de grana y oro: Oreja y palmas tras leve petición.
 
  Sebastián Castella, de salmón y oro: Silencio y dos orejas.
 
  José Maria Manzanares, de nazareno y oro: Dos orejas y silencio.


 
  Josè Maria Manzanares ganò el trofeo «DAT TV» como triunfador de la corrida.