Cuando yo estoy en la plaza
sufro fatigas de muerte,
la lidia me vuelve loco;
me atormenta y me divierte.
Catalina. . ., Catalina…
Catalina la torera,
la visten de seda y oro
los mozos de la Ribera.
Los mozos de la Ribera,
los mozos de Alejandría,
a verte vengo de noche,
porque no puedo de día.
(Toledo.)