Dos velas hacen un barco,
dos olas hacen un mar,
dos detalles a un torero
y a vivir sin trabajar.
Cuando pase el toro, avisa,
que pa tropezar al toro
me sobra siempre la prisa.
Mazzantini llegó a Cuba
y un toro negro mató,
y le dieron aguacates,
cigarros puros y ron.
Por Dios no me desampares,
Señora de los Remedios,
que cuando medie la tarde
ya estará el torito en -medio.
No vayas, niña, a la fuente
a donde van los toreros,
que si empiezas a mirarlos
el cántaro se irá al suelo.
Dos años hace que voy
detrás de un torito negro.
El día que me lo encuentre
para mí que me la encuentro.
Embiste y yo te daré
una larga revolera,
pero si tú no me embistes
que te toree otro cualquiera.
El cante es una faena
con adornos y desplantes,
que empieza a ponerse seria
con los pases naturales.
Lo demás, es bien sabido,
no torear para el toro,
torear para el tendido.
Al Cristo del Gran Poder
le pediré que los toros
ya se dejen de caer.
(Bulería.)