Con media plaza corta se cerró la Feria de Cali 2010-2011, una temporada llena de altos y bajos; con tardes de gran sabor con “El Juli” y Bolívar. La última tarde hasta el cuarto toro se iba entre los bostezos y caras de aburrimiento de los aficionados; sin embargo las dos últimas faenas cambiaron el ambiente del festejo.

 

Víctor Puerto pechó con un primer ejemplar, manso y descastado, ejecutó una faena en los terrenos de querencia; esto para lograr arrancar algunos pocos pases de calidad a uno de Ambaló sin motor. Con el cuarto de la tarde se dio una faena innecesariamente alargada, sin exposición y desordenada; a ello  contribuyó la mansedumbre del toro, el viento y la falta de ánimo del torero. Saludo y saludo.

 

El extremeño Antonio Ferrera, alegró los tendidos con sus vistosos tercios de banderillas, sin embargo dejó que el segundo de la tarde tomara el control de la situación; le dio el terreno de las tablas y conjunto a la falta de una buena faena, hubo una estocada muy baja. En el segundo de su lote salió voluntarioso y alegre, el matador de toros realizó una faena de gusto pero con poco temple, remató con buena estocada y cortó una oreja.

 

Paco Perlaza completaba el cartel de la última de feria, con su primer astado que tenía calidad, aunque justo de transmisión y profundidad; estuvo Perlaza sin emoción, no creó faena y se tornó aburridora, pese a ello saludó desde el tercio. El último toro de la feria era un bello castaño que se fue a menos durante la faena, pero en frente suyo tuvo un torero valiente, entregado y que remató con una estocada tendida y efectiva. Palmas y Oreja.

 

 

 

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero