Manuel Jesús “El Cid”: Ovación y ovación.

Matías Tejela: Aplausos y aplausos.

Arturo Macías: Oreja y ovación.

Macías tuvo el torerísimo gesto de pisar la arena cubierto y desmonterarse al comenzar el paseíllo. Recibió a su primero con un farol arrodillado muy al hilo de las tablas y lo quitó del caballo con ceñidas chicuelinas. Dio inicio a la faena por estatuarios en los medios y logró un toreo al natural inspiradísimo, que fue lo mejor de la tarde. Continuó toreando en redondo y finalizó con manoletinas. Ortodoxia y variedad en una buena faena. Logró una estocada en la suerte natural y fue premiado con la oreja de Pitillero, nº 7 de 564 kilos de peso.

El quite a su segundo por gaoneras fue precioso y también el segundo par, protagonizado por Alfredo Cervantes. Durante la faena lo toreó muy quieto, con las zapatillas bien asentadas y derecho como un cirio. Recibió un aviso tras la estocada y su premio fue una ovación.

El Cid abrió el festejo toreando muy bien a la verónica, con mucho poder y saliéndose hasta los medios. Cuando intentó el toreo natural el toro se rajó y no hubo lucimiento. Lo mató de una estocada trasera y recibió una ovación. Su segundo toro –Dudita, nº 4 de 505 kilos y aplaudido en el arrastre- fue el mejor de la corrida a pesar de quedar mermado de facultades tras golpearse en un burladero, pero el diestro de Salteras no se acopló con el. Logró una buena estocada y recibió una ovación.

Matías Tejela vino apretando después de su buena actuación de marzo y comenzó su primera faena toreando de hinojos en redondo e intentando el toreo natural. Trató sin éxito de caldear el ambiente con bernadinas al final de la faena y tras tres intentos consiguió dar una estocada caída. Aplausos. El rajado sobrero que salió en quinto lugar tampoco presagiaba nada bueno y fue mérito del matador saber sacarlo de la querencia a los chiqueros para torearlo en los medios con la derecha, aunque sólo consiguió hilvanar una mínima faena sin calado. Lo cazó de un bajonazo, escuchó un aviso y aplausos.