Se lidiaron toros de Mondoñedo muy bien presentados y con juego variado. Se destacaron los lidiados en primer, segundo y cuarto lugar. El encierro se destacó en su mayoría por tener pitones derechos potables y cambios favorables a medida que avanzaban las faenas

 

Pepe Manrique estuvo técnico y dominante ante un toro que aunque con fuertes derrotes al final de cada pase, cuando bajaba la cabeza lo hacía con calidad por el pitón derecho. La faena fue justa en tiempo, tuvo temple y vistosidad; el toro fue bueno con algunas dificultades propias de su raza, se vino a menos su motor pero brindó todas las oportunidades. El bogotano falló en varias ocasiones con la espada, al final mató de con 3/4 de espada en mala colocación y un descabello. Palmas al toro.

 

El cuarto de la tarde no peleó en el caballo y demostró algunos detalles de mansedumbre, sin embargo sufrió una buena transformación acudiendo bien a la muleta, embistiendo con calidad, amplio recorrido y enorme en casta. Pepe nunca le quitó la muleta del hocico y se concentró en crear una faena ligada y con regularidad. Algunas personas del tendido reprocharon la actuación de Pepe que realmente estuvo voluntarioso. Mató con estocada en lo alto y descabello.

 

Ramsés se encontró en primer lugar con un toro fijo, noble, codicioso y con picante; al cual le ejecutó una faena corta pero con gran contenido, ligó y templó, el torero capitalino se destacó. Estocada completa y en buen sitio. Saludo. Palmas para el toro

 

En su segundo anduvo muy torero, alegre y dispuesto; Ramsés aprovechó las cualidades del toro en la muleta, la faena desmejoró al final pero con las buenas tandas que ligó y tras matar de buena forma, cortó una oreja.

 

El joven matador, Juan Solanilla, tuvo una fría faena con el tercero de la tarde; hubo voluntad pero no acoplamiento con el ejemplar. El toro fue encastado pero la falta de experiencia de Solanilla, terminó por traicionarlo y lo llevó a ejecutar una faena desligada, con disposición pero sin profundidad. La estocada fue baja y contraria. 

 

El sexto toro fue manso, complicado y peligroso. Juan quiso estar bien ante la afición pero esta vez las  condiciones del astado no dieron oportunidad alguna.

 

 

Desde Colombia, Informa Carolina Baquero