En una de las corridas de la Feria de Julio de Valencia de 1895, Mazzantini le brindó uno de los toros a Benlliure, que en agradecimiento ofreció al matador modelar su busto, y antes de que finalizará el año se fundió en bronce en la Fundición Artística Masriera y Campins de Barcelona, figurando en la Exposición de Bellas Artes e Industrias Artísticas de la ciudad condal del año siguiente.

Se trata de una obra de inspiración clásica, en la que reconocemos más el retrato de un emperador romano que el de un torero. En esta ocasión Benlliure no vacía el iris de los ojos en busca de una mirada profunda, como hacía habitualmente, sino que maciza el globo ocular, técnica característica de los retratos clásicos. Recorta el bronce de forma irregular por encima de los hombros, como si la cabeza correspondiera a un fragmento recuperado de una estatua perdida, un hallazgo arqueológico. El bronce apoya sobre una base troncopiramidal de mármol gris con la inscripciones: MDCCCXCVI, MDCCCXCVIII, y A/ L. MAZZANTINI/ M. BENLLIURE, en tres de sus caras, que descansa a su vez sobre una columna del mismo mármol de orden jónico. Las fechas de la base, 1906-1908, corresponden al periodo en que don Luis desempeñó el cargo de concejal, por lo que Benlliure cinceló este nuevo apoyo para el busto con posterioridad a éste, poniendo en evidencia ese carácter patricio que ya había otorgado al retrato desde su concepción.

En ese mismo periodo, don Mariano trabajaba en el Monumento al Marqués de Larios para Málaga, monumento en el que acompaña a la estatua del marqués con otras dos en la parte baja del pedestal: una matrona que alza un niño en sus brazos y una atlética figura masculina, Alegoría del Trabajo, para la que utilizó como modelo a su buen amigo Mazzantini. Esta obra es también deudora del clasicismo, con un posible antecedente en el Doríforo de Policleto.                                                               

                                                                                                                              Luis Mazzantini, bronce y mármol, 1895.

 

 

Lucrecia Enseñat Benlliure.

Arquitecto.

Directora del Archivo Benlliure