Por Ladislao Rodríguez Galán

Cada año, en estas fechas, los escaparates, las avenidas, el alumbrado, el ambiente, etc… nos avisan constantemente, por su especial decoración, que estamos en Navidad. Días en que el corazón del ser humano se hace más receptivo y sensible a los problemas de los demás. Si fuere solamente por esa respuesta ¡Que hermosa es la Navidad!.

Pero en estas fechas también se riza el rizo de la imaginación. Hace unos días vi un Misterio dentro de una nuez. También lo he visto en una botella, tal como se hace con los barcos. Yo mismo, el año pasado felicité las fiestas con el Misterio dentro de una montera. En fin que se afila el ingenio año tras año..Y, miren por donde, me he topado, en un comercio, con estas originales figuras en su escaparate. San José, La Virgen y el niño en una Vespa con sidecar donde van muy apretados la mula y el buey. Y al lado los tres Reyes Magos en un Seat 600 descapotable.

No creo que sea una falta de respeto. A mi me ha parecido gracioso y por eso los muestro. Es una imagen simpática que encaja muy bien en esta vida tan agria llena de problemas por doquier. Además, ya se sabe que lo más sano del mundo es una sonrisa.