La temporada de la Monumental merece ser recogida por la pluma de un escritor y un antólogo como Del Arco. La sincera y noble embestida del dato estadístico la domina con la prosa firme de su capote, mecido con el lenguaje lacónico, lleno de aforismos y capaz de expresar una gran riqueza de significado, siempre inmerso en su fiel concepto de la lidia y la literatura taurina.

 

Este navarrico forjado en el amor a España desde su acogedora Barcelona, en cuyos tendidos de la Monumental, donde si no, encontró el cariño de su esposa Conchita, cuando aún se lloraba el recuerdo de “su torero”, el grandioso Manolete, cumplió con su compromiso de honor con Cataluña, con la Fiesta y con una gloriosa dinastía torera tan vinculada a su historia. Así es que Fernando del Arco es el fundador en la Ciudad Condal del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida presidido por un catalán ilustre como Luis María Gibert.

 

Extracto del prólogo de D. Juan Lamarca López

Vicepresidente 1º del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida

 

 

 

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