El sueño de cruzar el charco para abrirse camino en la difícil profesión del toreo es, sin lugar a dudas, un anhelo que desean conquistar numerosos jóvenes americanos que se inician en el medio. Pero, aunque ello sea un claro objetivo que a muchos quita el sueño, no todos son capaces de lograrlo, sea cual fuere la circunstancia.

 

Sin embargo, éste no fue el caso del venezolano Antonio Briceño “El Valor”, quien sí cumplió ese sueño de cruzar el Atlántico con la ilusión de ser torero, buscando un rumbo en la Madre Patria que, con determinación, oficio y madurez profesional, le condujo a describir una trayectoria cercana a los 40 años de servicio a la Fiesta de los Toros como torero de plata.

 

Después de más de tres décadas siendo un destacado peón de brega, Antonio Briceño “El Valor” dijo adiós a los ruedos, poniendo así el punto y final a su carrera como subalterno. En la localidad de Mayorga, municipio de la provincia de Valladolid, tuvo lugar la ceremonia del corte de coleta, llevada a cabo al término de una gran tarde por el rejoneador catalán Curro Bedoya, con quién “El Valor” actuó durante los últimos ocho años, llegando a ser su hombre de confianza y banderillero principal de la cuadrilla.

 

La emotividad del momento envolvió a los presentes tras la despedida de un venezolano ejemplar, quien pasó por momentos muy difíciles pero siguió adelante, pues menester es recordar que en 1981 casi perdía la vida a consecuencia de varias cornadas recibas en Valdemoro, provincia y comunidad de Madrid.

 

Desde la patria y hasta Antonio Briceño “El Valor” vaya el recuerdo, el reconocimiento y una ovación cerrada de la afición taurina de su natal Venezuela, puesta de pie para despedirle allende los mares.