Varios han sido los matadores de toros que sintieron el deseo de hacerse ganaderos de reses bravas, y no cejaron en su empeño hasta conseguirlo, aunque la verdad, ninguno se hizo famoso en tal sentido.

 

Uno de ellos fue Francisco Arjona Herrera, el célebre «Curro Cuchares», quien al adoptar tal determinación y adquirir parte de la ganadería del Marqués de la Conquista, hubo de decir un día a Don Pedro Colón, Duque de Veragua:

 

—Ahora va a ve «vuesensia» lo que es criá buenos toros.

 

Y el duque, encogiéndose de hombros, le replicó de inmediato:

 

—Desengáñate, “Curro”; las guitarras nunca las han hecho los buenos tocadores.

 

Y el tiempo vino a dar la razón al Duque de Veragua.