El famoso Rafael Molina, «Lagartijo» y José Lara, «Chicorro” se encontraron en un balneario, después de haber dejado el primero los toros y cuando el segundo se encontraba en el ocaso de su carrera taurina.

 

—Pero ¿es que ya no piensas torear?— preguntóle el cordobés al de Algeciras.

 

—Es que soy viejo, Rafael —contestó «Chicorro»—, y voy a quearme ciego porque las cataratas se me van jasiendo cá vé más grandes. En el reondé estoy en un continuo compromiso. No jago más que tropezar con los caballos.

 

Y «Lagartijo» le interrogó maliciosamente:

 

—¿Y cómo es, José, que no «tropiesa» con los toros?