Una mala tarde de el» Litri»
Se cuenta que en una de esas malas tardes que tienen los toreros, un espectador de barrera, bastante grueso, chilló a placer al «Litri» en sus dos toros. De regreso al hotel con su apoderado José Flores Camará, el «Litri» tratando de romper el silencio que reinaba en el coche, dirigiéndose a Cámara, le dijo:»¿Ha visto usté la tarde que me ha dao el gordo ese de la barrera? A lo que el apoderado le respondió: «pues anda, que también, i la tarde que les ha dado tú a él!”.
Otra anécdota de el» Litri».
Contaba Julio Aparicio que paseando por Lima en compañía de el «Litri», su apoderado Camará y el periodista bilbaino Sirio Femández de Retana, llegaron a la plaza del General San Martín, y «Litri» ante la estatua ecuestre del General, le preguntó al periodista:
– Oye Sirio, ¿éste quien es?
– Este es el General San Martín.
– ¿Está muerto?, inquirió el «Litri».
– ¡No, Miguel, rejonea el domingo!, le apostilló el periodista.
Lucía la Menor
Cuando pasaba los inviernos en su Málaga natal, solía acudir a cierto colmado de postín el matador de toros Matías Lara, «Larita». Y en él, con su proverbial gracia amenizaba las veladas y, además, como hombre pródigo observaba el siguiente lema: «el primer duro el mío».
Cierta noche faltó al colmado; y a la siguiente, cuando hizo su aparición en la tertulia, todo sus amigos y admiradores quisieron conocer los motivos a que se debía la inesperada ausencia.
Para justificarse, «Larita, alegó:
– Anoche estuve en el teatro Cervantes oyendo una ópera. Ya sabeis que yo «camelo» eso.
– ¿Y que ópera daban?, le preguntó un contertulio.
– «Lucía la Menor», del maestro «don Aceite» -respondió el torero refiriéndose Matías Lara a «Lucía de Lammermoor», del maestro Donizetti.
Como las pecas
Toreaba Antonio Fuentes en Barcelona y el cronista taurino «Don Severo» le hizo una entrevista…..Una de las preguntas que le formuló fue la siguiente:
– ¿Para banderillear con esa elegancia con que usted lo hace habrá debido practicar mucho, verdad?
Y Fuentes le contestó rápido:
– Eso de la elegancia es como las pecas. Nace uno con ellas
¿Me entiende?