La pretensión de eliminar las corridas de toros en Valencia, a través de una Ordenanza que pudiera emanar de la Cámara Municipal del Municipio  Valencia del Estado Carabobo, pareciera ser una línea emanada desde el alto gobierno hacia las Alcaldías de su control político en el interior del país, en contra de la fiesta brava, en una acción casi encubierto como lo hacen los propios espías que en el caso de Venezuela, no es otra cosa, que atentar contra el arte, la cultura, costumbres, tradiciones, que por miles de años están arraigados en nuestros pueblos, en una clara violación de los deberes y derechos de los venezolanos de disfrutar de la convivencia ciudadana.

La alerta es general para todos los taurinos de Venezuela y del mundo entero. 

Aupados por una extranjera residente en el país, que ha gozado de la vivencia y convivencia de los venezolanos, paga la generosidad y benevolencia ciudadana de este país, actuando junto a los antitaurinos, como los propios traicioneros de su patria, intentando «clavar la puñalada por la espalda» como dicen en mi tierra pues son incapaces de enfrentarse cara a cara y cuando lo hacen, usan la violencia como escudo para hacerse los mártires en minoría, frente a las puertas de las plazas de toros donde escenifican sus insólitas protestas, en flagrante irrespeto de sentir popular de los aficionados a los toros. y de la comunidad en general.

Al parecer y esto sin confirmar, pero «cuando el río suena es porque piedras trae» los amigos de la Asociación Nacional de las riñas de gallos y de los toros coleados, estarían trabajando en contra de la fiesta brava venezolana.

La Plataforma Taurina Venezolana debe tomar cartas en esta situación, el accionar debe ir más allá de posiciones y palabras contundentes. La pasividad y el bajo perfil hace daño y más cuando se tiene enemigos dentro y afuera de la fiesta brava, una fiesta que genera ingresos e impulso a la economía de nuestros pueblos, impulsa la industria del turismo y genera miles de empleos directos e indirectos que los antitaurinos pretenden desconocer y más, esos que como los cuatro Concejales de Valencia, son dizque los representantes del pueblo pero atentan contra sus intereses y derechos ciudadanos.