Por Víctor José López «EL VITO»

MAESTRO PEDRO PINEDA, el primero de los Maestros del toreo en Venezuela, gracias a don Florecio Gómez Núñez. 

Con mucha valentía, sinceridad y veracidad,  y argumentos convincentes de su parte, el periodista Giovanni Cegarra colocó un par de banderillas en el morrillo del marrajo de los anti taurinos denunciando un tema que no debe pasar desapercibido: el abandono y destrucción de las Escuelas Taurinas en Venezuela.

La clarinada de Cegarra es un toque de diana para quienes luchan en los difíciles terrenos de la dura y difícil faena de la defensa de la fiesta  Brava en Venezuela, la de las Escuelas Taurinas, frente a un enemigo que las tiene por objetivo con los jóvenes y los niños, en la mira del abandono y de su destrucción.

 Cegarra, taurino y emeritense “hueso colorado”,  apunta a favor de las Escuelas Taurinas en el país, y lo hace denunciando el vulgar descuido y criminal abandono en el camino que tiene como meta la provocación para la desaparición de la tauromaquia en el horizonte cultural de la personalidad de los venezolanos.

BERNARDO VALENCIA, sembrador de la fiesta en toda Venezuela

Basta revisar las escuelas taurinas en sus trayectorias en Venezuela, para ver con claridad que su existencia va de la mano en los momentos estelares del toreo. No es necesario profundizar la investigación, tampoco desempolvar la influencia de las escuelas taurinas, las que que en los mejores momentos en la historia de la fiesta en Venezuela han sido rectoras y orientadoras.

Caracas, la capital taurina de finales del siglo XIX y los primeros años del XX, basó la formación de sus toreros en los valores taurinos y ciudadanos de la Escuela Taurina de La Candelaria – la plaza donde se presentaron por primera vez toreros ataviados de trajes de luces, 25 de diciembre de 1864-, con la administración y participación de los toreros Cara de PiedraChurco, Pajarito Ibarra, Vicente Chaumaparro.

MORENITO DE MARACAY figura del toreo reconocido por Madrid rendido a sus pies.

Estos toreros en combinación con la cuadrilla mexicana que dirigía Pilar Agüero, grupo de toreros que contaba con Mónico Rodríguez y Genovevo Pardo como instructores, instruía a los alumnos en las suertes de peripecias taurinas. Estas eran las muy primitivas suertes del salto de la garrocha y la colocación de banderillas a caballo y con la boca.

Francisco Tovar  “Carrilito” se convirtió en maestro en la arena de Puerto Escondido, el histórico Circo Metropolitano. Ocurrió cuando en competencia con José Inés, el Rey del Trascuerno, torero que descabellaba los toros con el arponcillo de las banderillas. “Carrillito” y José Inés,  juntos integraron lo que consideramos fue la primera rivalidad entre caraqueños. Lo hicieron como alumnos destacados de la Escuela de Puerto Escondido; como la pareja atracción en el cartel de la plaza de toros Circo Hipódromo, que se prolongó en el tiempo con el maestro español Paco de Oro, diestro que formó entre sus alumnos el primer cartel con toreros criollos: Santiago Ávila “Cigarrón” y Vicente González “Chaumaparro”.

Cartel que más tarde en competencia completaron los mexicanos Mónico Rodríguez y Felipe Martínez.

La fecha fue el 17 de enero de 1884.

 

LEONARDO BENÍTEZ salidas a hombros, dos rabos y toda una leyenda en la Monumental Plaza México con el nombre de Venezuela orgulloso arropado con su bandera.

Santiago Dávila, “Cigarrón” fundó en 1890 la Escuela para Aprendices, en los predios de la plaza del Metropolitano; y, más tarde, en la corraleja del Circo la Escuela Taurina, se inauguró con un festival en el Circo Metropolitano el cartel de los toreros españoles Hermosilla y Francisco Jiménez, “Rebujina”.

Esta Escuela, fundamental en la historia de los toros en Caracas y, por supuesto, en el desarrollo de los toros en Venezuela fue en la que se formaron Eleazar Sananes y Julio Mendoza, las dos primeras figuras del toreo nacional, con cartel en le virreinal Lima del Perú, y la primera plaza de España, Madrid. Fueron ellos, Rubito y El Negro Mendoza,   las cuadrillas bufas de Charlot, Llapisera y sus botones los primeros venezolanos que abrieron caminos para la Venezuela Taurina.

Más adelante, importantísima la presencia e influencia de la familia Bienvenida en Caracas, fue que El Papa Negro convirtió en aula para la instrucción del arte de torear que enseñó en la  casa de Caracas, ciudad que le acogió y donde vivió con sus hijos Manolo y Pepote y su esposa Carmen Jiménez. La  casa que hace un siglo nació Antonio Bienvenida y que, Manuel Mejías Rapela “El Papa Negro” convertiría en escuela taurina.

 Antecedente en la institución de la Tauromaquia como bastión cultural venezolano que Giovanni Cegarra con su clarinada pretende despertar, recordemos que más tarde se los Bienvenida se abrieron las puertas de sus arenas la Escuela Taurina,  La Morena de El Prado.

En ella se destacó su alumno,  Luis Sánchez Olivares,  “Diamante Negro”. Torero venezolano convertido en ídolo de multitudes.

 La plaza de La Morena del Prado rivalizó en torera competencia con la Escuela del Circo Metropolitano, la que dirigieron Marcos Vélez y Emilio de Gregorio. Esta Escuela funcionó hasta ya entrados los años sesenta convertida en la Escuela Taurina del Nuevo Circo de Caracas. Institución que dirigió el maestro Rubio.

 La del Nuevo Circo, dio paso a las escuelas del Parque de los Caobos, La Universidad Simón Bolívar, en Sartenejas  La Macarena y el Circo Medellín en  los Teques…

 

JESÚS ENRIQUE COLOMBO primera figura de en Venezuela, reconocido en Madrid, Lima y Francia

Caracas impuso por años, decenas de años en el ritmo del toreo en Sudamérica. Lo hizo con sus temporadas cuando abría la actividad en América con carteles con la presencia de grandes espadas europeos y el ganado mexicano. Binomio sobre el que se impuso el desarrollo provocado por temporadas de novilladas muy importantes, como las que dibujó Gregorio Quijano San Miguel, con ganado de lidia colombiano,  sembrando competencia con los toreros de las escuelas taurinas de Maracay y aquellos que traían en sus zapatillas los polvos de los barros de las ferias de San Antonio, Táriba, Pregonero … Las arenas de la sierra andina, tierra taurina venezolana.

Escuela importante fue la que fundaron los hermanos Florencio y Juan Vicente Gómez Núñez en la Plaza de Toros de Maracay, plaza que lleva el nombre del gran torero César Girón, formado junto la pléyade de aspirantes aragüeños por el Maestro Pedro Pineda como los hermanos Oscar y Ricardo Martínez, el rival de Girón, Moreno Sánchez y los hermanos Girón Díaz, que además de César integran la dinastía Rafael, Curro, Efraín, Freddy y José Luis.

 

ERICK CORTÉZ 30 años triunfando como torero e infatigable luchador en efewnsa de la fiesta de los toros en representación de la Escuela de Maracay

Se formaron bajo la guía de Pineda, matadores de toros com Eduardo Antich, Carlos Saldaña, Sérbulo Azuaje, Chiquito Sánchez, Joselito López, Maravilla, Lucio Requena, Adolfo Rojas, Jesús Narváez, El Mito, Carlos Osorio “Rayito”, Rafael Ponzo, Morenito de Maracay, Rodríguez Vázquez … Entre los mejores en los mejores días de la historia taurina de Aragua…

Al morir el maestro Pineda la Cantera quedó en manos de Lucio Requena, alumno del maestro, que con su recio carácter con Eduardo Arcila de ayudante en “la cátedra”,  formó destacados matadores de toros como Erick Cortéz, Leonardo Coronado, Miguel López y El Yoni que crecieron en la cantera taurina de Venezuela, mientras fue Escuela Taurina.

El corazón del toreo latía al ritmo que le impusiera Maracay…y la cantera encontró desde temprano rivales en Valencia, como Bernardo Valencia, indiscutible figura del toreo nacional, y Leonardo Benítez en Caracas, dos toreros que escribieron historia: Bernardo sembrando, Benítez arrasando.

Hoy padece de arritmia la cantera.

 Aunque su historia es añeja, la influencia de los andes en la modernidad venezolana nace, crece y sostiene con las escuelas taurinas de sus plazas recién fundadas a finales del decenio de os setenta: las monumentales en San Cristóbal y Mérida.

En las aulas de Pueblo Nuevo, que gracias a sus muy destacados aficionados se convirtió en la universidad del toreo nacional, se forjan toreros, ganaderos y aficionados gracias a Hugo Domingo Molina, Manolo Ordóñez, Pablo Duque, Jackson Ochoa, Ricardo Benvenuto y Mauricio Urdaneta herederos del compromiso nacional adquirido históricamente por la región tachirense.

Esa Escuela de la Monumental coloca en el tablero sus mejores fichas, toreros que hoy día como Jesús Enrique Colombo lidera el escalafón nacional.

La escuela se funda con las bases creadas por Ricardo Castillo, “Bombita”, fundador en 1968 de la primera escuela, hasta 1980 que destacados toreros como Jorge Polanco, Germán Sánchez, Antonio Gil“ El Táriba”, “El Gavilán” abren el surco donde la semilla del toreo crece con fuerza con los nombres de Marcos Peña “El Pino”, Gerson Guerrero, El Morocho Molina, Pedro Fortuol, Fabio Castañeda y el líder hoy entre todos y ante las circunstancias: Jesús Enrique Colombo.

Colombo señala un camino que en el Táchira espera siga Antonio Suárez, torero de inmensa clase.

RAFAEL ORELLANA, figura del toreo y líder del movimiento andino como el bastión de la exigente afición de Tovar,  la Sultana del Mocotíes, torero de dinastía.

Otro tanto ocurre con Rafael Orellana, el mejor de los buenos toreros de Mérida, grande entre los mejores de occidente hijo de un buen espada como ha sido el ejemplar Nerio Ramírez, torero que se formó en competencia con Ángel Sulbarán, Alfredo Parra, Alí Trejo, Leonardo Rivera, Alexander Guillén, Fabián Ramírez …Todos con la divisa de los colores taurinos sembrados por Humberto Álvarez…

 Y eso lo entiende y comprende Giovanni Cegarra que nos alerta y está consciente que la base trémula de la fiesta en Venezuela está a punto de dejar de sostener su ejemplar historia.

Valencia ha sido, históricamente, ciudad rectora en la tauromaquia, forjadora de espadas desde que en 1940 el Ayuntamiento de la ciudad decretó la fundación de la Escuela Taurina de Valencia encargando su administración al peruano Manolo Lértora, al español Carrilito y José López.

Lértora, maestro de la escuela valenciana y peruano de cuna,  influyó en la formación del gran Alí Gómez, el As de Espadas de la fiesta, que rivalizó con Luis Sánchez «Diamante Negro» y que llegó al grado de matador de toros en México, Plaza Monumental, con la autorización de Lorenzo Garza. Fue Alí Gómez la primera figura del toreo valenciano, luchador por la causa de la tauromaquia y hombre honesto y honrado.

  En 1955 Manolo Mujica fundó una escuela con su nombre, la que el mecenazgo del barbero Juan Bello sostuvo por años. Los hermanos Pedroza, instruían banderilleros y extendían su quehacer, sembrando la fiesta por Puerto Cabello, Montalbán, Guacara, Tocuyito, Miranda y Carabobo organizando mogigandas y novilladas.

A pesar de la larga y muy fructífera historia taurina de Valencia, no fue sino hasta 1963 que, gracias a Aurelio Díaz, se fundó en Arenas de Valencia la Escuela Taurina de Valencia. Fue un grupo de jóvenes aspirantes y buenos aficionados que la escuela llegaría a la Monumental de Valencia. Fue en 1997, con Juan Bello al frente del grupo de aficionados. Apoyado por César Dao Colina y su hermano  Miguel Eduardo «Walo» Dao. Fueron Omar Sanoja – paz a sus restos, fallecido recientemente en Valencia víctima del Corona Virus,   Carlos Bello, Gustavo Pedroza, Pedrucho de Caracas,  la Lapa Cruxent. Todos apoyados por Conchita Gallo, burgomaestre del ayuntamiento valenciano, ejemplo de las alcaldías en América. Los maestros fundadores de la escuela taurina valenciana fueron Santos Rueda, Salvador Muñoz, Simón Mijares “El Duende”.

ANTONIO SANCHEZ Y CÉSAR VANEGAS , dos toreros con mucha escuela que deben ser tomados en cuenta por su sentido del toreo.

Gran impulso el recibido por el Alcalde Francisco «Paco» Cabrera en 1992, cuando encargó al profesor César Dao Colina de la Coordinación de Programas y Eventos de la Escuela. Hecho este, la designación de César Dao de relevante importancia porque impulsó la actividad y competencia, entre los clubes sociales de la ciudad … Todo duró hasta que el gobierno del estado Carabobo, en manos de militares socialistas le arrebató la plaza de toros al Concejo Municipal, hasta convertirla en el basurero de despojos en que se encuentra en estos momentos.