En una temporada que está siendo importante para muchos toreros, ya tendremos tiempo de destacarlo, hoy quiero dedicar mi primer artículo al banderillero madrileño, Adrián Gómez. Ahora que la temporada está en su pleno desarrollo y los coches de cuadrillas recorren miles de Km. por toda la geografía española y francesa, ahora que las cuadrillas llevan el esportón lleno de ilusiones ante el largo verano que les espera,  es necesario no olvidar a un hombre de los de plata que sufrió la cogida más terrible que puede tener un torero, pues la voltereta que sufrió Adrián,  en Torrejón de Ardoz el pasado 23 de junio,  lo dejó tetrapléjico. Un novillo fue el culpable de semejante drama, para que nos demos cuenta, una vez más, que en los toros no existe enemigo pequeño.

En la temporada están pasando cosas muy bonitas y destacables,  pero el toreo también tiene esa parte fea, que va intrínseca  al espectáculo, que no debemos olvidar. Por eso, cada vez que asistamos a un festejo taurino debemos tener presente el drama de Adrián Gómez. Hace varios días su mujer Sandra, concedió una entrevista a Manolo Molés en su programa nocturno de los domingos, y la verdad es que se ponían los pelos de punta de ver tanta entereza y tanta fuerza. Por mucho que nos queramos poner en su lugar, no nos podemos ni imaginar lo que estará pasando esta familia. Por eso como aficionada que respeta a todos los que se visten de luces y que quiere y defiende nuestra fiesta, me gustaría pedir a todos, aficionados, toreros, empresarios, ganaderos, periodistas… que tengamos muy presente a este hombre, que no lo olvidemos con el paso de los meses. Él lo dio todo por el toreo, por tanto el mundo del toro, le debe devolver aunque sea un poquito de esa entrega.

A veces la vida pone zancadillas demasiado serias, pero seguro que con la ayuda de Dios y de toda su familia  y amigos, Adrián poco a poco podrá irse recuperando. Ahora está en el Hospital de parapléjicos de Toledo. La recuperación se presume demasiado lenta, pero deseo que tenga fuerzas para, poco a poco, ir saliendo de este duro trance. Lo toreros están hechos de una pasta especial, y él que ha demostrado ser un pedazo de torero, estoy segura que luchará con esa fuerza y entereza que caracteriza a estos héroes que se visten de luces. Seguro que su hijo, de tan solo dos años, cuando sea mayor se sentirá muy orgulloso de su padre, y dirá con orgullo que su padre fue un hombre cabal y  luchador, que vivió por cumplir un sueño  desde que comenzó su andadura de querer ser torero en la escuela taurina de Madrid.

Actualmente estaba muy feliz en la cuadrilla del maestro Fundi, pero muchas veces los golpes de la vida vienen en el peor momento, cuando menos los esperas.

La Unión nacional de picadores y banderilleros ha decidido abrir una cuenta para todo aquel que quiera ayudar a esta familia. Yo desde este pequeño rincón, quiero dar también el número de cuenta.                        Es  el siguiente: 0030 8128 64 0000156271.

 

 

Informa desde Cáceres, María José Borrega Fresneda