Una multitud se congregó en tan emblemático lugar para ofrecerle a El Fundi testimonio de cariño y admiración, siendo interrumpido varias veces con aplausos por las emotivas palabras que dirigió a sus paisanos recordando su infancia, sus inicios en el toreo, y las personas que le animaron y apoyaron en todo momento; a su familia, especialmente a sus hermanos, resaltando el alto grado de sacrificio y esfuerzo que supone ser torero, aunque compensado con la satisfacción de protagonizar una profesión tan maravillosa. Los ojos de su esposa Ana Belén y de sus hijos expresaban el amor y respeto que le profesan, siendo partícipes de la emoción que brotaba de las palabras de José Pedro.
Momentos especiales se vivieron cuando su madre Doña Ana, tan querida por todos, habló para dirigirse a su hijo, a los asistentes, amigos, y autoridades para relatar sus recuerdos y mostrar su gratitud para afirmar entre lágrimas, que cómo iba ella a soñar ver a su hijo en una escultura a la puerta de su casa.
El Alcalde de la ciudad Manuel Robles, en nombre de la corporación municipal y del sentir general de los fuenlabreños expresó su satisfacción y orgullo de ver como un hijo del pueblo, un torero de la categoría de El Fundi paseaba por el mundo el nombre de Fuenlabrada y se constituía en ídolo de Fuenlabrada y auténtico estandarte de la ciudad.
Igualmente, el excelso escultor Juan Cantero describió las características de su obra, contando las percepciones de las cualidades humanas y artísticas inspiradoras para plasmar su arte en la figura de El Fundi.
Numerosos amigos y compañeros rodearon a José Pedro Prados El Fundi en tan memorable ocasión como su banderillero el infortunado Adrián Gómez, en silla de ruedas junto a su esposa.
José Luis Bote y José Miguel Arroyo Joselito, nos recordaron al lado de El Fundi el histórico cartel que formaron desde sus inicios en la Escuela de Tauromaquia de Madrid, cuyo Director Felipe Díaz Murillo se estrechaba en paternal abrazo con su antiguo alumno que le nombró como Maestro.
Su familia política, ganaderos de Jose Escolar, allí estuvieron junto con Domingo Hernández de Garcigrande; matadores como César Jiménez, Luis Miguel Encabo, Gómez Escorial, Miguel Rodríguez, Manuel Olmo, y Cristina Sánchez con su esposo Alejandro de Almeida; También se sumaron al acto los banderilleros de su cuadrilla, y otros como el Niño de Pozuelo, Gitanillo Rubio, o Juan Bellido Chocolate con su hijo el novillero del mismo nombre, además de su compañero Luis Gómez, y el picador Cotón.