El joven torero granadino, que por sus facultades increíbles se ha convertido en un revolucionario de las banderillas y aclamado por todos los públicos en el mundo, el mes de abril anterior actuó en Riobamba, dejando una huella imborrable por sus ejecutorias que calaron hondo en el público que se convocó a
Su sola presencia encandila a los aficionados que anhelan verlo en cada coso del país, y es que a más de ser un excelente profesional de la tauromaquia y experto que enloquece en el segundo tercio; es un hombre carismático que mantiene
Debemos agregar que este torero cada vez que ha venido a nuestro país, ha sido para impactarnos. Recordamos con emotividad
Y siguen las anécdotas: David Fandila conjuntamente con el diestro francés Sebastián Castella, fueron quienes movidos por la profunda afición que poseen, emprendieron la lucha en defensa de la fiesta brava antes de que se realizara la consulta popular. Todavía recordamos que mantuvieron un diálogo con el Vicepresidente de
El “Fandi” también fue protagonista -con Castella y Campuzano-, de ese espléndido festival como un acto de protesta, organizado por el grupo “U.N.E.T.E.” en la plaza de toros Quito un miércoles 9 de febrero del 2010, resultando un “CANTO AL ARTE CON AROMA A LIBERTAD”, en donde la plaza se llenó a reventar y que incluso en los exteriores se prepararon pantallas gigantes para atender al público que se congregó masivamente a este evento, que también resultó histórico para la cultura taurina de nuestro país.
Y como su juventud le permite hacer tantas cosas –y esto es lo último- se lo ha visto acompañando a los jóvenes del Movimiento Ecuador Pro Taurino, que ha surgido en Quito. Ahí ha estado diligente aleccionando en el toreo de salón a los imberbes que se esmeran en demostrar el significado y sentido de la identidad.
Era importante recapitular, regresar sobre la historia, para conocer a fondo a David Fandila el” Fandi”, uno de los guerreros a carta cabal, que en donde lo necesiten allí está, sobre todo, cuando se trata de la fiesta que más ama lo mismo que todos los taurinos. De allí y con razón, no solo se ha ganado la admiración por ser torero exuberante, sino también el aprecio y respeto, por ser un hombre de la cabeza a los pies y un torero de montera a zapatillas.