Un periodista taurino radiofónico, Julio Gallego Alonso
Julio Gallego Alonso se hizo aficionado a los toros en su infancia mientras leía a Corrochano, famoso por sus crónicas taurinas publicadas en el diario español ABC. Fue uno de los primeros en hacer doblajes en España en la década de los treinta. En los cuarenta fue la voz más importante del periodismo taurino de
Un médico Cirujano, Máximo García de la Torre
Los médicos Máximo García de la Torre y su hijo Máximo García Padrós, y sus predecesores Jacinto Segovia y
Máximo García de la Torre formó parte del equipo médico de la enfermería de la Plaza de Las Ventas y el Sanatorio de Toreros desde 1942. Tras el fallecimiento del doctor Jiménez Guinea, que en ese momento ocupaba el puesto de cirujano jefe de la enfermería y del sanatorio, García de la Torre pasó a ser la máxima autoridad de la plaza de Madrid.
En 2001 el Ayuntamiento de Madrid develó una placa homenaje a García de la Torre en su domicilio.
Un fotógrafo, Paco Cano
Para escapar de la pobreza, cuando tenía 17 años Paco Cano prueba suerte como boxeador. Sin mucho éxito decide debutar como espontáneo en Alicante, hasta que sufre su primera cornada. Durante
Paco Cano fue el único reportero gráfico presente en Linares, aquella histórica tarde de Agosto de 1947, en la que falleció Manolete. Sus imágenes develaron el rostro del matador ante la prensa y la sociedad, que conocían al torero únicamente por sus declaraciones en la radio.
Un diseñador de modas, Yves Saint Laurent
Chaquetillas con bordados en oro y lentejuelas, capas, boleros y taleguillas similares a las de los toreros, develan que la Fiesta fue fuente de inspiración para este reconocido diseñador de modas.
Lo que caracterizaba los diseños del modisto francés era la unión indisoluble entre la moda y el arte. Yves era aficionado a las obras de arte y sus colecciones las inspiraba en creaciones artísticas que le impactaban y que enaltecían el arte.
Un sastre, Justo Algaba
Ha vestido a toreros españoles como a Curro Romero, Rafael de Paula, Antoñete, Paco Ojeda, El Juli, Enrique Ponce, José María Manzanares Juan Bautista, Rafael Camino, Cayetano Rivera, Espartaco entre otros. Mexicanos como Fermín Espinoza Armillita, El Zotoluco, Eloy Cabazos, Manolo Mejía, Federico Pizarro y Alejandro Silvetti, novilleros como Luis Procuna y rejoneadores como Pablo Hermoso de Mendoza y Leonardo Hernández.
Pero Justo Algaba ni soñaba que sería sastre. Quería ser piloto de aviones pero no lo logró. En Madrid, buscando trabajo llegó a una sastrería de toreros y fue allí, donde surgió su deseo de pertenecer al mundo del toro. Hace casi 30 años que instaló su sastrería en la capital española, y hoy tiene sucursales en Sevilla y México, aunque su ropa se vende desde Nueva York hasta Japón.
Un pintor y cartelista taurino, Carlos Ruano Llopis
Su primer trabajo fue en un taller de fabricación de abanicos donde adquirió cierta destreza en las técnicas del dibujo. Después estudió en la Academia de Bellas Artes en Valencia y más tarde siguió estudiando en Italia.
Su enorme afición por el mundo de los toros hizo que el tema fuera el más destacado de su obra. En
Participó en exposiciones colectivas, diseñó e ilustró portadas de libros sobre monografías taurinas y postales. En 1931 publicó su primer libro Impresiones del Natural en el que se recogen los diversos momentos de la lidia interpretados por los toreros de
Él mismo diseñó los carteles que anunciaban
Dedicación, entrega, compromiso pero sobre todo pasión por su afición a la Tauromaquia, es el común denominador de estos profesionales que han trascendido cada uno en su disciplina y en su época. Este puñado de personajes, a través de sus obras, creaciones y desempeños se han dedicado a darle un valor agregado a