El rejoneador Fermín Bohórquez aguantó las arrancadas del primero, aunque yéndose de la reunión marró en los dos primeros rejones de castigo. Clavó al estribo y a la grupa y tras un rejón de muerte dobló el toro que fue aplaudido en el arrastre. En el cuarto, toro que iba al caballo y otra vez se mostraba parado, clavó de manera desigual rejones y banderillas y acabó de un rejón de muerte.

 

Pablo Hermoso de Mendoza, ante el segundo que seguía al caballo sin descanso templó la embestida y clavó con acierto. El toro se aquerenció en toriles y tras dos rejones de muerte sin que doblara, entrando nuevamente por la manga o sea barbeando las tablas, dejó dos rejones de muerte definitivos. Ovación al toro en el arrastre y aplausos para el rejoneador estellés. El quinto hirió de extrema gravedad al caballo Patanegra. Al propiciar un quiebro para clavar el primer rejón de castigo el equino cayó empitonado, destrozándole el vientre el toro. Continuó la lidia el rejoneador navarro con banderillas cortas a la grupa. El toro mostrándose quedado,  entrando por la manga clavó un par a dos manos. Dejó un rejón de muerte que fue definitivo.

 

Álvaro Montes recibió al tercero a puerta gayola con la garrocha y recorrió todo el ruedo varias veces con el toro encelado en el caballo. Este toro de condiciones extraordinarias recibió un par de banderillas clavando al estribo. El de Bohórquez acudía de lejos y tras exhibición de doma y monta clavó banderillas al violín. El astado se resintió de un rejón colocado trasero y al vuelo de un capote cayó a la arena. Se levantó, le colocó el rehilete de la rosa el rejoneador jienense y el morlaco resentido del mencionado rejón empezó a acudir con menos facultades al caballo hasta que dobló de un rejón de muerte. Oreja para Álvaro Montes y ovación al toro en el arrastre. Ante el sexto cubrió bien la serie de rejones y banderillas. Prosiguió colocando cortas al violín. Terminó de un rejón de muerte y saludó desde el tercio.

 

Sabiendo lo que cuesta preparar un caballo para el rejoneo además de que sea valiente para ir al toro, más nuestro cariño a los equinos, lamentamos la pérdida del caballo Patanegra de Pablo Hermoso de Mendoza.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Crónica de José Julio García

Decano de los críticos taurinos de España