La legendaria ganadería de Don Carlos Cuevas Lascurain fue fundada en el año de 1926 en lo que fueron alfalfares de la Hacienda de los Morales, hoy Polanco (zona de negocios y comercios). En 1949 a la muerte de Don Carlos Cuevas Lascurain la heredan sus hijos, Don Ernesto Cuevas Vallejo y Ana Cristina Cuevas de Escobar en la hacienda de El Salto, Hidalgo, preciosa hacienda que perteneció a la familia de Don Pedro Romero de Terreros y a Don Carlos Rincón Gallardo Marqués de Guadalupe, primos del ganadero, donde desborda su pasión por los toros y da grandes triunfos a los toreros de esa época. Lidia su última novillada en la Plaza de Toros México el 3 de octubre de 1982 donde desorejan a sus toros Rafael Carmona y Carlos Serrano El Voluntario con quien da su última vuelta al ruedo, pues fallece 5 meses después.
Heredan sus hijos: Carlos Valente ( ), Marina ( ), Ernesto, Jorge y Alfonso Cuevas Hernández en el año de 1983. Convienen conservar la ganadería con la convicción de que debería vivir de sus propios recursos, cosa que no fue fácil, pero caminaron de común acuerdo durante de 28 años y dejaron de lidiar en la plaza México. En el 2009 deciden repartirse la ganadería y se cambian a la hacienda del Sauz, que fue en un principio propiedad de la familia de Don Luís Barroso, en Chapantongo, Hgo., formando así las ganaderías de Maravillas (Alfonso Cuevas Hernández), Acapangueo (Jorge Cuevas Hernández) y (Ernesto Cuevas Hernández) que lleva la actual ganadería de Ernesto Cuevas, quien junto con sus hermanos, vacada ahora en manos de la cuarta generación, que conserva la sangre pura de Coquilla, Pérez Tabernero y San Mateo con lo que se fundó originalmente.
Nº 7, con 435 kg. Pao pao negro y delantero
Nº 20, con 436 kg. Moscatel negro, delantero
Nº 57, con 414 kg. Rorro berrendo en cárdeno, delantero
Nº 60, con 420 kg. Pin pon negro girón y delantero
Nº 63, con 404 kg. Coco cárdeno, delantero
Nº 64, con 377 kg. Cri cri, entrepelado y delantero de cornamenta