Inaugurada en 1.711, apodada cariñosamente con el sobrenombre de La Ancianita, es la más antigua de cuántas existen en el Mundo.
Béjar, ciudad castellana del sudoeste salmantino; ciudad plagada de historia. En ella se asentaron vetones, romanos, visigodos, árabes y judíos; la mezcla de sangre y culturas han conformado en los bejaranos un carácter abnegado y luchador. Y así se les ha reconocido a lo largo de los tiempos : la ciudad de Béjar ostenta los títulos regios de Muy Leal, otorgado por los Reyes Católicos, de Muy Noble, concedido por Alfonso IX y de Liberal y Heroica por Práxedes Sagasta, a raíz del derrocamiento de Isabel II..
Béjar, es punto mitad del Camino de La Plata, universitaria desde 1902, textil lanera desde la época flamenca y turística por naturaleza ; umbral de Extremadura y oasis de Castilla ; remanso de paz, aguas puras, verde campiña y altas nieves que coronan una sierra, la de Béjar, fragmento occidental de la Cordillera Central. Y con una estación de invierno, La Covatilla , que en plena eclosión, contribuye a que los bellísimos pueblos de la Comarca, esa Comarca natural que delimitan Barco de Ávila, Hervás y Béjar, con pueblos tan relevantes cómo Candelario, Montemayor del Río, La Garganta y muchos más, tengan aún más conocedores. En el punto mas alto de ésta Sierra, (2.401 mts) se encuentra el pico de El Calvitero, vigía incansable de una ciudad que tiene un monte en la cara sur, El Castañar, tupido de castaños, en el cual se asientan, el Santuario de la Virgen del mismo nombre, excelsa patrona de Béjar y Comarca y la Plaza de Toros más antigua de España, también llamada de El Castañar y apodada cariñosamente con el sobrenombre de La Ancianita.
La historia de la Plaza de Toros, es la siguiente : Durante la menor edad del duque D. Manuel de Zuñiga, regentaba el Ducado de Béjar su madre, Dª Teresa Sarmiento de la Cerda, viuda del duque D. Juan Manuel I y el año 1667, la Cofradía de la Virgen del Castañar pidió licencia a dicha Señora para guiar unos toros en el monte donde esta santa imagen se venera, destinando el producto que de ello se obtuviera a gastos de la obra que se estaba haciendo en el Santuario de la Patrona de Béjar y Comarca.
La duquesa madre, que se hallaba entonces en Madrid, no accedió a la demanda, por parecerla que la función taurina no era medio adecuado al fin piadoso que se perseguía y dispuso que en lugar de toros se hiciese una soldaresca o cosa análoga, ofreciendo por su parte, pagar la cantidad que costara un toro.
El paisanaje no esperó a que llegara la respuesta de la duquesa ni, por lo tanto, la autorización pedida e improvisando una plaza cerrada con maderas, tuvo en ella la fiesta que había proyectado y tal fiesta fue la primera lidia de toros que se celebró en El Castañar. Enterada de esto Dª. Teresa, depuso al juez que permitió que ésta función taurina se celebrase.
Diez años después, el duque D. Manuel I, contrajo matrimonio y tuvo un hijo fruto del mismo. Sus obligaciones castrenses le obligaban a residir la mayor parte de su tiempo fuera de Béjar por lo que la Duquesa madre, gobernaba esta villa, impidiendo, que alguna fiesta de toros volviera a celebrarse en El Castañar. D. Manuel, militar de vocación y profesión, guerreó en Flandes y combatió a los turcos en la ciudad de Buda, hoy Budapest, encontrando la muerte en este lugar. Al morir este, tomó posesión del Ducado de Béjar, su hijo D. Juan Manuel de Zuñiga, militar también, que sirvió a Carlos II y al primer Rey borbónico Felipe V en la Guerra de Sucesión.
En este tiempo se levantó en El Castañar una Plaza de Toros, ya metódicamente construida, con maderas enrejadas, en la cual se celebraron por segunda vez, en tan hermoso monte, grandes fiestas taurinas en el verano de 1707, con motivo del nacimiento del Príncipe de Asturias, que luego reinó con el nombre de Luis I. El permiso que negó su abuela en 1667, cuarenta años después, lo vino a conceder el duque D. Juan Manuel de Zuñiga y el buen éxito que estas corridas tuvieron, acaso le indujera, poco tiempo después a conceder que la plaza de madera enrejada se sustituyera por el coso taurino de obra de fábrica permanente, que se levantó en el pintoresco monte de El Castañar y que hoy es la Plaza de Toros mas antigua de cuantas existen en España.
De esto, da fe el acta del libro de cuentas de la Cofradía de la Virgen de El Castañar, cuando dice:
(Sic). En la Villa de Béjar, Diócesis de Plasencia, en doce días de el mes de setiembre de mil setecientos once años, su merced el Señor licenciado D. Diego García…
(Sic). … sea dispuesto de diferentes años a esta parte hacer y celebrar una fiesta solemne en Beneración de dicha Virgen Santísima en su santa casa y a honra de su gloriosisimo nacimiento que se celebrará el día 8 de setiembre…
(Sic) … para la dicha fiesta de Ntra. Señora del Castañar se an de nombrar en cada año quatro Mayordomos en esta Villa y estos an de hacer la costa y fiesta de toros en la Plaza que ahora se a hecho tan embrebe, que parece deuerse atribuir a milagros de la Virgen.
(Sic)… se acordó que a de salir la procesión de dicha ermita llevando a Ntra. Sra. en sus andas por la calle que esta hecha para dar vuelta a la Plaza y volver a dicha ermita a colocar a su Magestad en su altar…
Esto demuestra que en el mes de setiembre de 1711, la actual Plaza de Toros estaba construida. (En el Museo Taurino de la Plaza de Toros de Béjar, hay expuesta copia de los documentos que acreditan cuanto aquí se dice.)
A la Plaza de Toros de Béjar, la siguen en antigüedad Campofrío (1.718), Santa Cruz de Mudela (1.722), Almaden (1757), Sevilla (1.761), Zaragoza (1.764), Lima, Perú (1.767), Ronda (1.785), Tarazona (1.792), Aranjuez (1.797). Entre los años 1749 y 1754, se construyó en Madrid un edificio, autónomo y circular, destinado a la función taurina, llamado Plaza de la Puerta de Alcalá.
Hay que significar que, cuando se habla de antigüedad de las Plazas de Toros, solamente se refieren aquellas que fueron construidas ex profeso para la función taurina, aunque actualmente se las estén dando también otros usos. Por tanto, no se recogen en este apartado, los edificios y plazas urbanas en las que antiguamente se corrieron toros, ni las actuales en las que se siguen corriendo, aunque estén habilitadas hoy día para ello. Ejemplo de las primeras es la Plaza Mayor de Madrid, en la que se dieron toros en tiempos de Felipe II y de las segundas, el Coliseo Romano de Nîmes, Francia, de construcción anterior al nacimiento de Cristo, en la actualidad Plaza de Toros.
Las características de la Plaza son: construida de mampostería en seco, mantiene el perímetro y superficie iniciales, incluido chiqueros. Los tendidos llamados de La Pedriza y de La Virgen, fueron construidos en 1713. El edificio principal tiene tres plantas; en la planta baja se ubican las taquillas, enfermería, patio de cuadrillas y arrastradero; en la primera se ubican una de las salas del Museo Taurino y el llamado Palco Bajo y en la segunda, otra dependencia del Museo y el Palco Presidencial. A la altura del Palco Bajo y a la derecha de la Presidencia existe un tejadillo que protege las localidades de la Banda de Música. Tanto el Edificio Principal como el Tejadillo de la Banda fueron construidos en la segunda mitad del siglo XIX. Antiguamente, hasta el año 1934, existió otro tejadillo, que cubría las localidades de poniente; hoy la afición bejarana reivindica la reposición de dicho tejadillo, en aras a dar a la Plaza la fisonomía arquitectónica que hasta ese año tuvo. Posiblemente, y ojalá sea así, cuándo se celebre el III Centenario de la Plaza se haya reinstaurado este tejadillo. (En el momento de escribir estas líneas, febrero del 2.009, el Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad y los integrantes del Comité Organizador de los eventos del III Centenario trabajan en ello).
La Plaza de Toros de Béjar, tiene una característica muy original y es que el Patio de Cuadrillas está debajo del Palco Presidencial; estas dependencias no están situadas diametralmente opuestas, cómo ocurre en la mayoría de las Plazas. Dice la leyenda que antaño había costumbre de que los toreros actuantes, antes del festejo, portaran en andas a la Virgen del Castañar, patrona de Béjar, desde su Santuario, hasta la misma Plaza, para que presenciara el festejo. La posicionaban en el llamado Tendido de la Virgen, en el que todavía se conserva en estado original, una meseta triangular de ubicación de la Excelsa Patrona. Los toreros iniciaban el paseíllo en el Patio de Cuadrillas, se dirigían primero a cumplimentar a la Virgen y después retrocedían a cumplimentar a la Presidencia. Lo que justifica la disposición de las dependencias antes citadas. Se dice que, el hecho de que a lo largo de estos trescientos años de vida de la Plaza no se hayan producido en ella graves percances, obedece a milagro de la Virgen.
La Plaza de Toros de Béjar, a lo largo de su historia, ha sufrido varias reparaciones. En el año 1917, se la hizo una completa restauración por los desperfectos sufridos en años anteriores; en 1956, desaparece el callejón, después de sufrir un gran deterioro en un festejo taurino, declarándola en ruinas el Alcalde de entonces. Pero cinco años después, el Alcalde siguiente D. Ramón Olleros, decide restaurarla. Elimina definitivamente el callejón y arregla la Presidencia y Tendidos para dar festejos. D. Ramón muere en accidente de tráfico el 8 de diciembre de 1962 y la plaza queda prácticamente olvidada por parte de las autoridades locales. A pesar de que no faltan personas y entidades que quieren recuperarla para la función taurina. Pero esto no llega hasta el año 1992, que se inician las obras de lo que será la restauración definitiva. El Ayuntamiento de la ciudad crea la Escuela Taller Alaíz, con un numeroso grupo de entusiastas alumnos, capitaneados por el monitor y gran aficionado taurino, Luis Martín Flores. Se realiza una remodelación completa, hasta dejarla como esta hoy. El 9 de agosto de 1996 es reinaugurada con la celebración de una extraordinaria corrida de toros de Ramón San Román; hicieron el paseíllo los maestros Emilio Muñoz, Joselito y José Ignacio Sánchez.
El propietario de la Plaza es el Excmo. Ayuntamiento de Béjar, quien la mantiene en perfecto estado; tiene un aforo de 4.200 localidades y está declarada Bien de Interés Cultural.
La Plaza de toros de Béjar, tiene también una amplia historia artística. En ella actuaron el matador de toros bejarano, Julian Casas El Salamanquino, Lucas Blanco, Curro Cuchares y otros; en el pasado mas reciente, han pisado su arena, Fortuna, Granero, Joselito Gallo, Sánchez Mejias, la dinastía Angelete, Domingo Ortega, Juan Barranco Posada y Victoriano Posada, Jumillano, S.M. El Viti, Dinastía Bienvenida, Gabriel de la Casa, Antoñete, Joselito Gallo, los hermanos Esplá, Julio Robles, Capea, Cristina Sánchez, y otros muchos que harían la lista interminable.
Actualmente el numero de festejos que se celebran en Béjar al año no suele pasar de cinco, pero el Ayuntamiento y las asociaciones taurinas de la ciudad, entre las que se encuentra la Asociación de Amigos de la Plaza de Toros de Béjar, trabajan con entusiasmo y año tras año, van mejorando en calidad y cantidad los espectáculos y van consiguiendo que la afición antes dormida del pueblo bejarano, vaya despertando y llenando el aforo de la Plaza, cómo últimamente sucede. Por otra parte, son cada día más los amantes de la cultura taurina y de nuestra incomparable Fiesta Nacional, los que vienen a visitar esta singular joya artística e histórica que es, la Plaza de Toros de Béjar, apodada cariñosamente con el nombre de La Ancianita.
J. Álvarez-Monteserin
Asociación de Amigos de la Plaza de Toros de Béjar
Fotografía: Poncho Álvarez Monteserin
Los párrafos de éste articulo escritos en letra cursiva, han sido tomados íntegramente del libro La Plaza de Toros de Béjar, es la mas antigua de cuantas existen en España, escrito por D. Juan Muñoz García, ya fallecido, que fue Cronista oficial de Béjar, Historiador y miembro de la Academia de la Historia.