El juego de los toros de Luis Algarra, condicionó el desarrollo de la tarde. Morante de la Puebla sólo pudo lucirse en su primero con el capote dejando unas verónicas de gran belleza. El toro llegó parado y sin fuerza a la muleta y tuvo que abreviar. Frente al cuarto de la tarde destacó algún lance por delantales, y en la muleta intentó mantenerlo en pie dejando algún muletazo estimable, pero el toro se echó en repetidas ocasiones, lo que le obligó a coger la espada de verdad, rápidamente.

Curro Díaz tuvo en suerte un primer ejemplar que fue parado y reservón frente al cual nada pudo hacer. Su segundo toro, quinto de la tarde, le brindó alguna opción más, y curro Díaz lo intentó todo. Lo recibió al a verónica con cadencia y con la muleta logró robarle algunos muletazos muy buenos por ambos pintes, pero fue un toro que fue a menos, derrotando cada vez más y quedándose muy corto. Mató, otra vez, con una gran estocada y recibió una oreja.

Manzanares tuvo en su primer toro, el mejor ejemplar de la tarde, un toro soso pero que seguía los engaños. Toreó muy firme y templado con la mano derecha dejando muletazos de calidad. Lo intentó también con la mano izquierda ligando una tanda muy buena. Mató de una estocada y recibió una oreja. El que cerraba, fue otro toro parado y sin transmisión al que poco pudo hacerle, viéndose obligado a abreviar.

 

Con dos tercios de plaza, se han lidiado toros de Luis Algarra, el segundo como sobrero, mansos, descastados y sin fuerza.

Morante de la Puebla: silencio y ovación.

Curro Díaz: silencio y oreja.

José María Manzanares: oreja y silencio.

 

Se guardó un minuto de silencio antes de romperse el paseíllo en memoria de Manuel Rodríguez “Manolete”. Saludaron en banderillas Juan José Trujillo y Luis Blázquez tras parear al segundo, y José Manuel Montoliu tras hacer lo propio en el quinto.