En el Concurso de Promoción de Novilleros hemos cumplido el segundo festejo y lo mismo que en el primero no hemos visto nada sobresaliente. Se lidiaron novillos de la ganadería sevillana de Javier Molina, encaste Gamero Cívico y Domecq Díez.

 

Bien presentados con casta y genio. Cumplieron en varas.

 

El valenciano Pascual Javier despachó al primero de una estocada, yéndose de la suerte de un descabello. Al cuarto lo remató de estocada ladeada resultado cogido sin consecuencias. Mató al sexto de pinchazo y estocada.

 

 

 El francés Thomas Cerqueira salió decidido ante el segundo, al que despachó de una estocada, perdiendo la muleta en el embroque. El quinto novillo, que lo lidió con torería y profundidad en los lances el banderillero Martín Blanco, que fue ovacionado, el diestro francés puso voluntad pero sin acoplarse. Recetó al novillo un pinchazo bajo y de una estocada atravesada por perfilarse fuera, un pinchazo bajo aviso y estocada tercera.

 

El colombiano Juan Viriato, ante el tercero, que embestía descompuesto, y le avisó varias veces hasta que sufrió un revolcón. Continuó y a la hora de matar resultó corneado grave en el muslo. Pascual Javier remató al novillo de una estocada y un descabello.

 

 

 

Segunda novillada de promoción de novilleros para encontrar figuras para el futuro de la fiesta. Hasta ahora, la opinión que hemos formado es desfavorable. No basta con tener voluntad y valor, además de dar pases. Éstos han de ser con sentido lidiador, mandones y templados, logrados con gusto y sintiéndose. Todo lo contrario es sacar pases deslavazados que convierten al novillero en un pegapases. De la suerte de matar también conviene llamar la atención por la manera de realizarla, fuera del pitón saliéndose de la suerte, sin jugar la muleta y atacando con el brazo suelto.

 

Con estas acusaciones nos sentimos pesimistas ante el futuro de la fiesta porque no vemos aparecer toreros que hagan el toreo con clasicismo y como mandan los cánones. Esperemos a las novilladas que faltan por si tenemos la suerte de que aparezca una futura figura.

 

La esperanza nunca se pierde.

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

 

Escalera del Éxito 103