La buena intención de la Empresa del coso madrileño por prometedoras figuras del toreo para el futuro de la Fiesta ha organizado este certamen  titulado «Ocho Naciones» y destacan  futuras figuras.

 

Ya falló el conjunto ganadero compuesto por cinco novillos de la ganadería jienense de Francisco Javier Arauz de Robles, encaste Gomero Cívico y Saltillo, más uno de la divisa de Valdefresno, en total bien presentados, dieron juego deslucido. A esto hay que añadir que la mayoría de los novilleros actuales no saben lidiar, solo se empeñan en dar pases y mas pases, porfiando absurdamente, cuando los novillos faltos, de casta, cortos de arrancada y no  sobrados de fuerza, lo que procede es trastearlos  y cuadrarlos para despacharlos con brevedad, jugando la espada como manda los cánones, no con el brazo suelto, que esto si lo han asimilado.

 

Los jóvenes diestros que salen de las escuelas de Tauromaquia, sólo tratan de dar pases, aunque sea al buey Apis de los egipcios, venerado antiguamente en Menfis. Cuando los toreros se  hacían en las capeas, como aprendían, lo primero era a defenderse y a lidiar.

 

El comentario precedente se puede aplicar a los tres novilleros cabeza de cartel de este festejo: Emilio Martín, de Badajoz y nuevo en Madrid, como a sus compañeros también debutantes, el portugués Manuel Días Gómes y el venezolano Fabio Castañeda. Los tres con ilusión, todo voluntad, bien con el capote, pero les falta saber lidiar. Y así lo observamos en una y otra novillada que dejan ver lo  aprendido solo lo hecho ante el carretón. Saben ponerse bonitos y no saben que lo primero es ponerse en toreros.

 

 

Seguimos esperando si vemos novilleros que sepan lidiar que es cuestión fundamental.

 

 

 

 

 

 

 

José Julio García

Decano de la Crítica Taurina

Periodista – Escritor

Escalera del Éxito 103