049.JPGFernando Peña Catalán

Esta  ganadería nace de la mano de  don Jacinto Trespalacios que la inicia  con ganado  del Marqués de la Conquista, reses que elimina al poco tiempo para rehacerla con otras de Veragua. A su fallecimiento en 1913, la ganadería heredada  por su sobrino, el Conde de Trespalacios, es  vendida a don Matías Sánchez Cobaleda,  siendo dividida entre sus hijos en 1929. El lote  que le correspondió a don Arturo Sánchez y Sánchez, fue eliminado  en 1934 a favor de una nueva procedencia  con vacas y sementales adquiridos a Infante de Cámara, origen José Martinho Alves do Río, quien la formó con reses de Tamarón. En 1989 desaparece el ganadero, pasando a sus herederos la vacada. En 1990 fue adquirida por la Compañía de Inversiones Palomarejos, S.A, que en 1991 se hace con  vacas y sementales de las ganaderías de Manolo González y González Sánchez-Dalp, eliminando posteriormente la anterior procedencia. En 1995 se agregó  vacas y sementales procedentes de Torrestrella.

Procedencia actual: Núñez y Torrestrella.

 

 

Jaral de la Mira

043.JPGEsta vacada fue creada en 1930 por el Marqués de Alonso Pesquera con un lote de vacas procedentes de Coquilla (Santa Coloma y Albaserrada) y un toro de procedencia Argimiro Pérez Tabernero. En 1954 la ganadería pasa a ser propiedad de la sociedad Taurina del Norte, S.A., que conserva el hierro y anuncia El Jaral de la Mira. Un padreador adquirido a Guardiola Soto añade sangre Gamero Cívico a la vacada que en 1987 incorpora un lote de vacas y un semental adquiridos a la ganadería de los Herederos de don Baltasar Ibán Valdés.  Llevadas por separado las dos ramas, en el año 1990 se elimina el ganado  de procedencias Coquilla y Guardiola Soto, y se vuelve a añadir  otro lote de  origen Ibán. En 1996, la ganadería es adquirida por don Fernando Peña Catalán para la Compañía de Inversiones Palomarejos, S.A, conservando el ganado, el encaste, el hierro y la divisa.

Procedencia actual: Baltasar Ibán

 

El encaste Contreras

Extracto del libro Bos Taurus, de Juan Carlos Navas Gómez (Libro editado por la Fundación Escalera del Éxito dentro de su colección “Sabios del Toreo” )

 

El encaste Contreras se puede considerar como una derivación del de Murube, ya que la ganadería de Arias Saavedra, en su tercera parte sería adquirida por Dolores Monge Roldán, viuda de Francisco Murube en 1863; a su fallecimiento quedaría en manos de sus hijos Felipe, que vendería al año siguiente a Eduardo Ibarra, y de Joaquín que seguiría con el encaste. En 1907, Juan Contreras compra una parte de la ganadería murubeña a Tomasa Escribano, viuda de Joaquín, exactamente 90 vacas de desecho con los famosos sementales Aceituno, Manchonero y Ratón, que cuando fueron tentados tomaron 30 puyazos matando 15 caballos. Todo el ganado lo lleva Contreras a la finca extremeña La Giralda, donde dulcificó el basto tipo de Murube y su comportamiento, teniendo la ganadería durante 13 años.

Juan Contreras era muy amigo de Joselito, y el día que Bailaor, de la viuda de Ortega, mató a Joselito en Talavera, decidió vender la ganadería. La mitad la compraría Juan Sánchez, conocido como “Juan Terrones”, que vendería en 1951 a Manuel Francisco Garzón y la otra mitad pasa a los hermanos Sánchez Rico, comprando tras diversos repartos en 1942 Manuel González “Machaquito” y Juan Antonio Álvarez, los cuales llegaron a tener lo mejor del encaste. En 1953 comprarían los hermanos Peralta, en 1957 Baltasar Ibán y en  1966 D. Joaquín Rodríguez, propietario de Cortijoliva.

El toro de Contreras, por los años 20 y 60 tuvo un gran predicamento entre los profesionales; en la ganadería de Baltasar Ibán se hizo una prueba echando machos de Juan pedro Domecq y Los Guateles como fueron los sementales Sonajero y Peleón, de lo más puro de María Antonia Fonseca, a las hembras de Contreras, creándose un tipo intermedio, haciendo un tipo de toro especial de una bravura y movilidad extraordinarias.

El fenotipo poco tiene que ver con el Murube del que procede, pasando del pelaje mayoritario negro a haber colorados y castaños, entre otros accidentales, como bragado, meano, bociblanco, chorreado, etc., el perfil ya no es el acarnerado de Murube, hay perfiles rectos y algunos subcóncavos , son animales elipométricos, de cabeza chata y ojos grandes, hocico ancho, de cuello medio y morrillo desarrollado, bajos de agujas, de encornadura de desarrollo pobre, ensillados, de extremidades finas y cortas y largas colas.

Durante sus mejores años destacaron porque a pesar de no ser excesivamente acometedores en el tercio de varas, en la muleta desarrollaban gran calidad y picante, siendo necesario dominarlos y poderlos al principio, presentando por su fenotipo, problemas para lidiarlos en plazas de primera, aunque las figuras no le han hecho ascos en plazas de menor importancia.