CORRIDA DEL 6 DE JUNIO 2008

 

Los toros de Núñez del Cuvillo, encaste Domecq, Núñez y Osborne lidiados en este festejo de la Semana de aniversario de la Monumental pese a sus defectos, cumplieron en el primer tercio y mejoraron ante la muleta, arrancándose de lejos con nobleza y repitiendo hasta que se rajaron por tan largas faenas de interminables series de pases. Parece que hay espadas que no saben medir al toro en condición y los pasan de faena, terminando los astados gazapeando y bajando la cabeza, sin cuadrar a la hora de matar.

Manuel Jesús “El Cid” tuvo en el primero un oponente que blandeó, cumplió en varas y fue rebrincando a la muleta. Los pases por la izquierda no tuvieron relieve, el toro quedó corto y se revolvía molesto hasta que lo finiquitó al encuentro de una estocada atravesada. El cuarto se iba suelto de los capotes. Cambió ante la muleta, se arrancó  de largo dando ocasión al diestro a cuajar tandas de pases hasta que se vino abajo. Quedó para el arrastre de pinchazo hondo, estocada atravesada asomando la punta y descabello. Saludó desde el tercio.

Miguel Ángel Perera salió decidido a expresar su torero de buen corte. Se equivocó al recibir al segundo que se iba suelto de los capotes con verónicas ceñidas, que parecían por delantales. En vez de dar más vuelo al capote. Es oportuno decir que el torero  no debe ponerse bonito, sino en torero, pues al toro había que recogerlo. El toro con arrancada de lejos tomó la muleta y tras ceñidos estatuarios, empapó al toro en el trapo por derechazos, naturales y lo despachó barriendo con la muleta de cabeza a a rabo. En un derechazo perdió la muleta trompicado por el toro y gracias a que se agarró a los costillares se hizo el mismo el quite. Perfilado al hilo del pitón  cobró un pinchazo y a seguimiento una estocada. Fue ovacionado. El quinto se fue suelto de los capotes y mejoró ante la muleta, embistiendo humillado, con nobleza y fijeza. El toro se fue para arriba y la faena por ambos lados a altura superior de clase torera. Solo cabe un pero que debió de cortarla antes. Recetó una estocada desprendida, sonó un aviso y dobló el astado, que fue ovacionado en el arrastre y el diestro obtuvo el premio de las dos orejas.

Alejandro Talavante salió dispuesto a buscar el triunfo que se le resiste últimamente en Madrid, no se amedrentó al resultar cogido al lancear al tercero, un toro de bandera. En varas peleó con pujanza y romaneó. Arrancándose de lejos en las veces que entró al caballo. Tomó la muleta con nobleza y fijeza, su embestida obligaba a mucho. La faena tuvo destellos  de toreo bueno, sin alcanzar el nivel del toro, que quedó para el arrastre de media estocada atravesada y descabello. Pese a todo, el entusiasta público que abunda más que los  aficionados avezados  en conocimientos  del toreo, lograron que le concedieran la oreja. Ante el sexto extendió el muleteo hasta recibir un aviso, sin haber todavía montado la espada y por fin acabó de pinchazo, dos pinchazos hondos y una estocada. El festejo terminó con la salida a hombros de Miguel Ángel Pereda, por la Puerta Madrid.

 

 

 

CORRIDA DEL DIA 7 JUNIO 2008

 

Repetimos, una vez más, que las corridas de rejones tienen un público adicto y entusiasta de las exhibiciones de doma y monta, que se enfervoriza por cualquier cabriola de la cabalgadura y todo lo aplauden.

Mientras sus conocimientos del toreo ecuestre y la realización de las suertes son escasos. Por otra parte los rejoneadores son habilidosos y tienen sus ardides para provocar aplausos  y arrancar ovaciones entusiastas del graderío. Y la verdad quien va a ver un espectáculo de rejoneo, lo pasa muy bien y con esto se da por contento. Analizar una corrida de toreo ecuestre es otra cuestión, pues hay que discernir entre las caballadas y las exhibiciones de doma y monta, que pululan entre lo genial y lo circense. En el rejoneo, o toreo a caballo hay que saber ver, la manera de encelar al toro, templarlo la embestida, recortarlo y hacer la reunión para clavar rejones y banderillas.

Observar si se hace bien dejando llegar al toro al estribo o se rompe la reunión y se clava a la grupa, o sea a toro pasado. Lo curioso es que como la mayoría del tendido esto no lo tiene en cuenta se aplaude todo con tal de que se claven, y lo hacen con el frenesí del entusiasmo. Y hasta se abuchea a la Presidencia del festejo, que ha de poner orden y arbitraje en la concesión de trofeos, para que el premio, no sea engañoso.

En la corrida que nos ocupa corresponde comentar, los toros pertenecían a la ganadería cacereña de Los Espartales de encaste Urquijo-Murbe, en general mansos con querencia a tablas.

Andy Cartagena con el primero hizo cuanto pudo para darlo replica y lo despachó de un rejón de muerte. Ante el cuarto recurrió a acciones espectaculares con la cabalgadura y con el toro quedado en el tercio clavó un rejón de muerte entrando por la manga, o sea utilizando el recurso a toro quedado, barbear las tablas para clavar el rejón y fue premiado con oreja.

Sergio Galán al segundo que blandeó de remos, trató de encelarlo y provocar la embestida. Clavó desigual en los medios y lo despenó de un rejón de muerte. Obtuvo el premio de la oreja. Al quinto lo recibió a portagayola. El toro  manso, barbeó la barrera con instinto de saltar. Por dos veces clavó al quiebro al estribo y otra vez a la grupa. Y entrando por la manga dejó un rejón de muerte, que remató de dos descabellos.

Diego Ventura está embalado en sus actuaciones se entrega con galopes concretos mezclando espectacularidad y técnica de acertado toreo ecuestre, clavando más al estribo, que a la grupa. De un rejón de muerte despachó al tercero y le concedieron dos orejas. Al sexto manso y barbeando las tablas, saltó por dos veces al callejón, terminó quedado. Así había poco más que enviarlo al desolladero. Lo hizo con destreza y buenos recursos. Tras un rejón en dos tiempos y un descabello, cortó oreja  y fue sacado en hombros por la Puerta Madrid.

 

 

 

CORRIDA 8 JUNIO 2008

 

Última corrida de la Semana del Aniversario de la Monumental de Madrid. Se lidiaron toros de la ganadería jerezana de Santiago Domecq Bohórquez, encaste Torrestrella y Domecq Díez. Flojearon de remos consecuencia que les restó arrestos para embestir. El segundo y el sexto fueron devueltos al corral. Sustituidos por dos sobreros, uno de la misma ganadería y otro de Ana María Bohórquez, con el mismo encaste. Ambos mansos con genio.

José  Ignacio Uceda Leal, que buscó el triunfo grande en Madrid con que se le espera siempre y él desea corresponder, lo demostró ante el primero bien puesto de cornamenta. Toreó bien, con clase a la verónica y en el quite que realizó con el capote a la espalda, por gaoneras. El toro flojo de remos y el peón Antoñones se lució banderilleando y hubo de saludar montera en mano. Faena ligada, con muletazos de temple y mano, ligados y abierto el compás. Solo faltó más fuerte arrancada del astado para que lo hecho ganara en emoción.

Lo tumbó de un estoconazo y fue ovacionado saludando desde el tercio. El cuarto abierto de cuerna, playero, peleó en varas con genio y blandeó a la salida. Flojeó ante la muleta y en un pase rodó por la arena. El toro se cargó la faena que presumíamos y dobló de una estoconazo.

Miguel Abellán, al devolverse el segundo al corral, corrió turno y salió, el que iba en quinto lugar. Lo veroniqueó saliéndose para el centro y el toro comenzó a blandear. Muleta en mano lo citó de lejos, pero el fuerte viento y el toro flojo de remos tardeando en la arrancada  restaban los propósitos de ganas de hacer del torero.

Lleno de voluntad exponía para nada y lo remató tras un pinchazo hondo, dos pinchazos saliéndose de la suerte, estocada perfilado fuera del pitón, aviso y se acostó el toro. El sobrero corrido en quinto lugar, descarado de cornamenta fue manso con genio y terminó gazapeando. Así poco, o nada podía hacerse con lucimiento. Lo  quitó del medio de estocada y descabello.

Matías Tejela vio que el tercero blandeaba de salida, picado trasero lo perjudicaron más. Llegó a la muleta cortó de arrancada y buscando.

Deslució todo hasta que lo finiquitó de una estocada con el brazo suelto. Con el sobrero que salió en sexto lugar, manso y con genio, lo intentó, pero no fue posible redondear la faena, pese al intento grande que puso y lo remató de estocada con el brazo suelto y descabello. Hubo petición de oreja y saludos.