Xerixa o Xeris, como era conocida bajo el poder musulmán la ciudad de Jerez de los Caballeros, cuenta de nuevo, gracias a la Junta de Extremadura, con su antigua plaza de toros, totalmente restaurada.
Las primeras noticias que se tienen sobre la lidia de toros en tan bella y monumental ciudad pacense datan del año 1517, cuando, ante la llegada para ocupar el trono de España de Carlos I, se organizaron fiestas, lidiándose dos toros, encargándose los Mayordomos de la ciudad de hacer las barreras de las calles y de adquirir las reses.
Hasta la inauguración del coso en 1862, fueron varios los lugares reservados para la lidia de reses bravas. Madoz, en su Diccionario Geográfico de 1847, nos habla de las plazas públicas de la ciudad y nos dice que
Será en 1862 cuando se construya en esta histórica ciudad, sede de los Caballeros Templarios y cuna de Vasco Núñez de Balboa, un edificio edificado con piedra de morteruelo, por iniciativa del ganadero local Marqués de Raianzuela.
De forma circular y una capacidad para 4000 espectadores, está compuesta de dos pisos, además del tendido, en el que se instalan las gradas y palcos. Ocho escaleras dan acceso al inmueble, siendo inaugurada el día 4 de septiembre de 1862, con la lidia de cinco toros del señor marqués de Saltillo, antes de Lesaca, a cargo de los espadas: Francisco Arjona, "Cúchares" y José Manzano,"Nili".
A punto de desaparecer por el constante abandono de sus propietarios, fue adquirida por la Junta de Extremadura, quien procedió en