Marcial Lalanda inició su carrera taurina como todos los maltillas de aquellos tiempos, en capeos y pachangas patronales de los pueblos cercanos. Su primer becerro lo mató en la Alameda de la Sagra la víspera de la Virgen, el 14 de Agosto de 1.914. Desde su niñez vivió el ambiente taurino. Su padre era vaquero y sus dos hermanos mayores novilleros. Esta situación le facilitó mucho el aprendizaje. De su presentación en Madrid, el día 24 de Junio de 1,920, el crítico de «Sol y Sombra» escribió -«No es posible reseñar cual de sus faenas fue la mejor, a cada toro le dio la lidia adecuada, Cortó dos orejas». En la temporada de 1.921, después de torear cincuenta y dos novilladas, recibe la alternativa el dia 28 de Septiembre de manos de Juan Belmonte y
Confirmación el 7 de Mayo de 1.922. Padrino, Juan Luis de
Vicente Zabala escribe en su libro, «Hablan los viejos Colosos del Toreo» impresiones personales contadas por el propio matador – «Fui torero por ambiente, por sentimiento, por una llamada muy fuerte, por una atracción irresistible para el ejercicio de este arte. Yo quería ser torero como «Joselito» y lo dije la primera vez que le vi torear, ¡yo he de ser como ese!.
Marcial era consciente de lo difícil que le resultaría ser figura en aquella época denominada de Oro. Nadie duda que Marcial formó parte y contribuyó a la grandeza del toreo y la Fiesta con aquellos inmortales de
Marcial Lalanda siempre estuvo preocupado por la situación de sus compañeros de profesión. Fue durante muchos años presidente de la Asociación de Auxilios Mutuos de Toreros. Actuó gratis en diez y siete corridas para la benéfica institución creada por Ricardo Torres «Bombita». Marcial compró por 75.000,00 pesetas el solar para edificar el Sanatorio de Toreros. Aquel matador que inventara el quite de la mariposa contaba con bastantes más de setenta años cuando nos hicimos amigos y seguía con ánimo y fuerza suficiente para defender la memoria de los que actuaron con él, a los que están en activo en la actualidad y con la ilusión puesta en los toreros que seguirán apareciendo en el futuro para continuación de la Fiesta.
Sin duda, como reza en su popular pasodoble, «Marcial es el más grande».