Muchos entenderían que la frase “fuera de serie” suena a exageración, en este caso esa frase realmente fue la definición al magistral toreo perfecto de manos del gran maestro Julián López “El Juli”, que al hacer acto de presencia en el ruedo en sus dos toros estuvo descomunal, pero la lidia de su segundo fue llevar al éxtasis total a una plaza que de pie y vestida de blanco por los pañuelos que pedían con gran intensidad el otorgamiento de los máximos trofeos para el diestro madrileño. Pero vamos por partes que en esta ocasión hubo ingrediente en esta pequeña plaza con sabor a provincia. Hubo toreros que estuvieron decididos a salir en hombros.

FERNANDO OCHOA

 

Fernando Ochoa el cual esta en su mejor momento ha dado muestra de cualidades artísticas y ha sabido sobrellevar un toreo de figura en México le toco el abre plaza de nombre “Palancar”, un toro que fue incierto hasta la puya ya que después se entregaría en la muleta del torero michoacano sin corregir la aspereza y esa tendencia por salir con la cara arriba. Fernando le bajo la mano en varias tandas que han calado en el tendido y ha hecho que este se le entregara en aplausos, termina lidiando por bajo y se monta la espada para dejar una estocada caída y escuchar palmas.

 

Lo mas deslumbrante de Fernando Ochoa fue el trasteo al cuarto, de nombre “Sueño azul”, un toro que fue bravo, claro y codicioso. No termino de acoplarse con el capote, el diestro tomó la muleta y ya se fue al centro de los medios para realizarle un cambiarlo por la espalda en el último instante, lo que hizo que el respetable se levantara de sus asientos por tan escalofriante pase; logrando ligar hasta en tres ocasiones el péndulo combinando con uno de pecho, y rematando de forma soberbia con desdén por debajo de mucha lentitud y fuerza. La raza torera se dejo sentir en el coso queretano ya que después de este gran inicio vendrían tandas por la diestra y naturales de muchos destellos de torería y garra sin acoplarse del todo con la embestida del de La Estancia. La culminación de la faena seria cumbre al quedarse en tablas con el burel que ya salía distraído del encuentro y Fernando se hacia de el haciendo gala de los mejores molinetes para rematar su tanda con redondos y rematando de pecho con gallardía torera, una estructura de faena acompasada al son de la música mas bella que son los olees que estremecían la plaza de alegría al ver la magnificencia torera de un matador en su gran madurez, que cerraría con varios pases en redondo hasta en dos ocasiones mas recibiendo el clamor de la gente. Se fue tras la espada y mete una estocada que hizo rodar a “Sueño Azul” sin puntilla inmediatamente y cortar dos orejas, otorgando el presidente al ejemplar de La Estancia el honor del arrastre lento. Saliendo el ganadero Alejandro Martínez Vértiz a compartir el triunfo con el matador Fernando Ochoa.

 

JULIAN LOPEZ “EL JULI”

 

 

Juriquilla tuvo un color especial esta tarde, un frasco de esencias con olor a triunfo fue destapado en este bello coso, ya que el maestro de Madrid llegaría al provincia Juriquilla en un retorno espectacular y fuera de serie, no era Sevilla, pero el sabor que se sintió fue mágico, soberbio e incluso pecaremos un poco de exagerados pero los que estábamos ahí no podemos negar que lo que se vivió en la tarde fue un hecho por demás histórico en esta plaza al ver la cátedra del buen toreo del maestro Juli, en su primero de nombre “Chenrío” lo recibe de capote por mandiles después para llevárselos a los medios con extraordinarias chicuelinas que hacen que el publico coree en varias ocasiones cada lance del maestro madrileño, después de que el burel asiste al caballo se vino a menos el de la Estancia pero eso no fue impedimento para que el diestro saludara desde el tercio con gran fervor por haber realizado una faena poderosa en la cual una media estocada en sitio tardara un poco en hacer efecto para después irse por el descabello con el cual dio muerte certera, esto provoco que la gente incluso pidiese un apéndice para el de Madrid, con esto fue una pequeña probadita de lo que vendría en su segundo. Recibe ovación en su primero.

Salió por puerta de toriles “Caribeño”, al cual tuvo que acoplar y enseñar a embestir con el capote mostrando como  solo un maestro puede hacer y moldear a modo rematando con una media y comenzando el rito del buen torear, el maestro lleva a su toro al caballo al reunión con el piquero Delfino Campos que hace solo un leve puyazo para así recibir ordenes del matador El Juli y soltar la vara llevándose palmas al retirarse, prueba el maestro a Caribeño con chicuelinas antiguas el toro sale huyendo pero el maestro sabio y preciso lo embelesa en el capote para así rematar con una media de cartel, con sabor al buen toreo llevándose las palmas y el fulgor de la gente.

Inicia faena de muleta con un trincherazo de esos que el ya desaparecido Silverio Pérez hizo famosos, el toreo del español con muchos toques mexicanos, inicia tandas por derechazos corriendo la mano y rematando con un pase del desdén de precisión exquisita. Cita al toro para así realizarle un molinete para continuar faena por derecha acompañando con la voz,  fue una compenetración tan efímera que mostro ante los queretanos al hacer gala de poderío, técnica, valor conocimientos de terrenos que el toro dado a que era de condiciones con tendencia ya a venirse a menos, el maestro Juli, lo dosificó con pases de estructura impecable para que así el toro durase lo que el quiso, tras arrancarle y robarle embestidas al astado de La Estancia en sus ultimas tandas el maestro Julián López desmayado completamente con su muleta termina toreando en redondos toreando a media altura a un astado que llegaba hasta el punto de olerle la taleguilla ya que el maestro embeleso de tal manera a Caribeño que produjo magia, los duendes bajaron e hicieron gala y mostraron el poderío de un maestro como pocos, el toro se rindió ante el poder absoluto del maestro de Madrid, un Juli nuevo, un maestro doctorado en conocimiento del toro, que para terminar faena coge la espada y da una cátedra absoluta de cómo matar los toros, una estocada suprema, inigualable para los que hemos estado presentes en el coso de esta plaza. La gente que asistió fue testigo importante y lo que no pudieron estar, que lastima…se lo perdieron. El publico rugiendo de una manera exorbitante pidiendo los máximos trofeos que el juez concede al maestro Juli, y así termina una inolvidable faena de poderío, con un maestro del toreo sonriente y paseando por el coso de Juriquilla, DOS OREJAS Y UN RABO.

 

IGNACIO GARIBAY

En el primero de su lote de nombre “Coral de Fuego” que salió por la puerta de toriles corre con la mala suerte de que al encuentro de un burladero de aviso va y se estrella para quedar despitorrado y el juez pide el cambio y pedir que salga el primer reserva.

En su lugar sale “Coral” al cual espera a un toro que sale distraído con capote, solo da verónicas aisladas para terminar rematando con una media, el toro recibe un puyazo y el matador mexicano prueba con chicuelinas muy ajustadas con un valor a toda prueba, termina rematando con una media verónica en el viaje soltando una punta para si llevarse palmas por el respetable. Inicia su faena de muleta con series de mucha estructura y garra con soberbios naturales que hacían que el toro se fijara en la muleta y así comenzar un recorrido que logra en una tanda de mucho peso en los asistentes, el toro sale distraído varias veces pero Garibay le busca de manera de dejarle la muleta en el hocico para que este no pierda y se fije en ella, así el matador comienza esa danza lenta y esa parsimonia efectiva que logra arrancar de las gargantas del tendido el olee que ya sus compañeros habían hecho cantar del publico presente, el toreo de casta se le podría agenciar a este joven matador que ha hecho una faena de mucho aliño llevándose un espectacular arropón que por suerte no resulta de gravedad alguna solo por un leve rasgón de su taleguilla la cual el matador mexicano no se mira ni se inmuta para levantarse y proseguir con su trasteo que culmina con un pinchazo en lo alto y después una estocada entera levemente desprendida pero el burel rueda sin puntilla en pocos segundos iniciando así la petición mayoritaria de oreja en los del tendido, que es otorgada por el señor juez de plaza sin ningún impedimento.

En su segundo de nombre “Maracaibo” el cierra plaza tampoco dio mucho recorrido como sus compañeros ya que adoleció de lo mismo, de salir suelto, con un poco de sosería el de la estancia pero que el matador Garibay estaba encastado, no dejaría ganarse la pelea, y es que lo de ayer en Juriquilla fue una lucha de poder, de quien mostraría el mejor repertorio y sobre todo quien seria el del poder absoluto en el ruedo  y así fue como Ignacio Garibay se fue a los medios a esperar de rodillas para brindar al publico asistente un espectacular farol de rodillas que fue agradecido, se levanto y consiguió darle algunas verónicas aisladas y pidiendo la entrada de los piqueros, haciendo el mismo labor de brega para dejarlo ante el picador para arrancarse al encuentro de ambos recibiendo un puyazo un poco excesivo. Inicia de muleta Garibay con la mano izquierda tomándose de tablas  y por pases por alto con derecha hasta en seis ocasiones, remata y decide irse a los medios a iniciar tanda por derecha pero el toro acuso un poco de debilidad, prosigue por naturales con paciencia y lentitud para así invitar al burel a embestir; el cual ya con menos fuerza cada momento que pasaba. En su afán de agradar al respetable le provoca un circurret que el publico agradece con palmas, continua con derechazos forzados para hacer y lograr el robo total de las embestidas, provoca al toro para intentar una dosantina que logra hasta en dos ocasiones, recetándole además un cambiado manos con honradez y valor, se acerca por la espada y va hacia su astado al cual prepara y haciendo  gala de dignidad, y mucha voluntad para entrar a matar y dejar hasta en tres ocasiones pinchazos en todo lo alto y descabellar en el segundo viaje y recibe por parte del publico una gran ovación. De no ser por tan mala suerte con la espada hubiese cortado otra oreja merecida y así salir por la puerta grande acompañando al maestro madrileño  Julián López El Juli y al michoacano Fernando Ochoa los cuales fueron llevados a hombros hasta la salida de la puerta grande de Provincia Juriquilla.

 

 

Ficha del festejo:

Tarde inmejorable, sol brillante y una plaza llena en la cual se lidiaron siete toros de La Estancia, saliendo el primer reserva al despitorrarse el 3° de lidia normal; justos pero con movilidad, solo el sexto acuso debilidad, de juego desigual, y destacando el mejor de la tarde el 4° que recibió arrastre lento.

FERNANDO OCHOA, (azul rey y oro) palmas y dos orejas.

JULIAN LOPEZ “EL JULI”, (rioja y oro) ovación y dos orejas y rabo.

IGNACIO GARIBAY, (carmesí y oro) oreja y ovación.

Pesos de los toros: 507, 495, 475, 474, 479 y 502 kg.

 

 

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Crónica de Jackeline Medina                                                 Fotogalería de Illiana Tamayo