Abrió plaza el mexicano José María Luévano con el toro «Cominito», número 108 y peso de 480 kilos, negro listón cornialto que en su salida brincó al callejón. Una vez en el ruedo, el aguascalentense capoteó al de La Punta que siempre llevaba la cabeza hacia arriba. Justo al inicio de faena, el viento empezó a hacer presencia en le festejo. El burel derrotaba peligrosamente, y Luévamo muy valiente buscó ligar por ambos lados. «Cominito» nunca bajó la cara, y luego de varios arreones apuntando al estaquillador, prendió al torero de la taleguilla, llevándolo colgado unos momentos que parecieron eternos. Por fortuna, sólo terminó rota la vestimenta y no hubo heridas que lamentar. Luévano se plantó nuevamente con gran arrojo y toreó por derechazos al peligroso astado. Mató con una buena estocada y tuvo una fuerte petición de oreja por la meritoria labor pero no le fue concedida. La gente lo premió con una ovacionada vuelta al ruedo.
 El cuarto de la tarde fue «El Pichas», número 22 con 544 kilos, negro meano lucero, serio y muy bien presentado, que tuvo palmas en su salida por su trapío, y fue recibido de rodillas por José María Luévano. Brindó al actor y ganadero Gonzalo Vega e inició su faena con doblones por ambos lados. Posteriormente hizo dos tandas de derechazos con mando y firmeza, aprovechando el recorrido y transmisión que tenía el de Santa Bárbara. Después, ligó una serie de naturales largos y templados. Continuó por derecha ya que por izquierda el toro punteaba por instantes, no obstante, en un descuido, fue desarmado para empezar a dividir opiniones en los tendidos. Hubo quienes empezaron a corear «¡toro, toro!» y otros tantos que animaban al hidrocálido por tanta entrega demostrada. Pinchó y después dejó dentro el acero, siendo aún más marcada la división de opiniones.
 
Pedro Gutiérrez Lorenzo “El Capea” se veía concentrado y nervioso después de haber visto el peligro que derrochó «Cominito», sin embargo, le tocó en suertes «53 aniversario», número 14 y peso de 463 kilos, al que recibió de rodillas y una vez de pie lo condujo a los medios iniciando a la verónica y cuajando por chicuelinas. Brindó la faena a un nieto del fallecido ganadero Teófilo Gómez e inició su faena elegancia metiendo la cara del toro que tenía recorrido y clase en la muleta, dos tandas templadas tandas por derechazos en las que corrió la mano con mucho arte. Por naturales, el toro se quedaba corto en la embestida. Con mucho empeño, tomó la muleta nuevamente con a diestra y se plantó frente al astado que se mostraba aún franco y muy fijo, en vez de ligar derechazos, se cruzaba y daba el pase, pareciera que ahogó un poco al de La Punta. Dejó una estocada entera un poco caída que le valió la única oreja del festejo.
 El segundo de su lote fue «Abuelo» con el número 101 y 485 kilos de peso, negro bragado coliblanco, al que «El Capea» saludó con el capote sin tener respuesta en los tendidos. Con la muleta, el tardo astado se mostró difícil por derecha y Pedro se cruzaba mucho en terrenos del toro cuyo pitón izquierdo parecía sumamente peligroso y a veces punteaba y derrotaba. Tuvo destellos sin poder concretar una faena, estuvo valiente y esforzado pero las condiciones de «Abuelo» no le permitieron el lucimiento. Mató con estocada ligeramente contraria para escuchar palmas.
 
Juan Chávez recibió a «General», número 19 con 459 kilos, con poco dominio del capote ante un viento que en ese rato se volvió incesante. Después quito por ceñidas chicuelinas. Aún cuando el astado levantaba la cabeza en el último tiempo del muletazo, el michoacano logró dos tandas por derechazos con la clase y calidad que mostó de inicio el astado. Fue de más a menos y después no acudía a los cites. Terminó con una buena estocada que levantó sonada petición de oreja no concedida, la gente le brindó una ovación muy merecida premiándolo con una vuelta al ruedo que se negó a dar y sólo salió a los tercios.
 El que cerró plaza fue «Orfeo», con número 17 y 501 kilos de peso, negro bragado coletero, recibido por el moreliano con delantales y un remate en el que soltó con elegancia la punta del capote. Juan estuvo muy insistente ante un toro que por derecha tenía poco recorrida y se tornaba bastante incómodo, por izquierda no se dejó hacer labor. Mató de un espadazo trasero calando al burel.
 

Todavía no hay cartel para el próximo domingo, sin embargo, suenan los nombres de Sebastián Castella y Arturo Macías, que fue cornado hoy en un brazo en Mérida, para un mano a mano con un serio encierro de Barralva.

 

 

82201036178~12656134565990.jpg  Crónica de Paulina Romero Barrientos                                                                                                                       Fotografías de Gonzalo López  82201036178~12656134565991.jpg