Miércoles, 23 de febrero

Las calles de Caracas se convirtieron en ríos blancos. Son las mujeres que caminaban con camisa blancas, brazaletes de luto y flores en sus manos. Una flor por cada hijo. Todas marchaban camino de la Conferencia Episcopal Venezolana, para luego juntas ir al Cuartel de la Guardia Nacional para exigirle a los militares el cese de la violencia y la instauración de la paz.

Temprano escuchamos al Papa Francisco en la audiencia del miércoles expresar su preocupación por nuestra situación en Venezuela. Desde Roma, Francisco hace un llamamiento para que cese la violencia y se favorezca la reconciliación a través del diálogo. ‘Sigo con particular aprehensión lo que está ocurriendo estos días en Venezuela, auspicio que cesen cuanto antes la violencia y las hostilidades y sobre todo que el pueblo venezolano, a partir de los políticos y las instituciones, lleguen a la reconciliación’, dijo el Papa durante la tradicional audiencia de los miércoles.

Bergoglio pidió además ‘un diálogo sincero’ para una ‘justicia que afronte temas concretos para el bien común’. Se refiere el Papa al mar de protestas y de cómo han sido reprimidas en Venezuela. Las organizaciones no gubernamentales emiten comunicados en los denunciando represión de parte de policías y militares que violan los derechos humanos de los centenares de miles de manifestantes.

La población en Venezuela es víctima de grupos motorizados, armados paramilitares. Acciones que reclaman investigación imparcial de lo ocurrido, como lo han manifestado en un documento público los obispos venezolanos en la Conferencia Episcopal: ‘Rechazamos rotundamente el empleo de la fuerza ejercida en algunas manifestaciones por parte de organismos de seguridad del Estado, que se han extralimitado y han producido consecuencias irreparables. Comprobamos además la indefensión de la ciudadanía ante la irrupción de grupos armados no policiales ni militares que han arremetido contra la población’.

‘El Poder Moral, especialmente la Fiscalía, debe investigar estos casos y poner en manos de la justicia a miembros de estos organismos que hayan abusado de su autoridad. Es necesario llegar a la verdad de los sucesos de estos días. Se ha propuesto una comisión de la verdad. Esta no es para favorecer a un sector en detrimento del otro. Es necesario que Venezuela conozca a quienes han delinquido y paguen su condena, sea quien sea. De allí el pluralismo que debe existir en esa futura comisión’.

La Iglesia Católica en la voz del Papa Bergoglio y de los Obispos de Venezuela asegura que urge un diálogo nacional en el que, además de buscar la verdad, se reconozca y se respete a quienes piensan distinto.