Abrió la corrida el rejoneador Francisco Javier Rodríguez en larga faena a un bravo y encastado toro de Ernesto Gutiérrez al que toreó con vibración. Dentro de su labor destacó un conseguido par a dos manos y las cortas, ligadas y emocionantes. Aderezó su trasteo con desplantes y adornos perdiendo una segura oreja al estar errático con los aceros, en especial con el descabello.
Julián López El Juli al que se esperaba con expectación simplemente cumplió ante un lote soso y áspero. Fácil y sin comprometerse se limitó a probar a sus toros por los dos pitones y abrevió. Se esperaba más de un torero de su experiencia y categoría.
Antonio Barrera estuvo emotivo toda la tarde. A su primero lo lanceó bien a la verónica y comenzó el trasteo con emocionantes muletazos de rodillas. Poderoso y asentado corrió la mano en varias tandas de muletazos largos y profundos por el pitón derecho. Al natural no hubo el mismo acople pero el torero se dio a la fiesta con molinetes y desplantes. Quiso forzar un indulto a todas luces improcedente y ante la negativa del presidente de la corrida, cobró una superior estocada que valió por sí sola el par de orejas que paseó. Al toro le dieron una generosa vuelta al ruedo.
Con el quinto, que brindó al rejoneador José Luis Rodríguez, volvió a la escena con idéntica carga de emotividad y entrega. Firme y dispuesto, logró varias series estimables de muletazos por el lado derecho, aguantando miradas y parones de un toro áspero y bronco. Falló con la espada y perdió un posible trofeo. Al finalizar el festejo salió en hombros.
El venezolano Alexander Guillén ha estado digno y dispuesto con sus toros. Al primero lo toreó con buen aire a la verónica y tras brindar al cronista Rubén Darío Villafraz, desplegó un trasteo firme y con ganas. Destacó en unos hieráticos estatuarios de inicio y consiguió meritorios pases por ambos pitones ante un ejemplar complicado. Dos pinchazos, una entera y descabello esfumaron la oreja.
Cerró el festejo un astado manso y acobardado que huyó de su sombra en los primeros tercios y que convirtió la labor de los picadores en una odisea. Sin embargo en la muleta rompió a más por un firme comienzo de Guillén que se dobló poderoso. Dispuesto y sincero, el merideño se cruzó de verdad y dejando la muleta en la cara ligó varias series de derechazos, algunos largos y de buena clase. Meritoria labor que bien pudo valer una oreja pero con la espada tiene este torero un muy serio problema a resolver.
FICHA DE LA CORRIDA
Plaza de toros de Mérida
Viernes 20 de febrero de 2009.
Segunda corrida de la feria del Sol
Un toro de Ernesto Gutiérrez para rejones, bravo y encastado. 6 de La Ahumada, bien presentados y de juego desigual. Parados, tardos y sosos primero, tercero y cuarto. Áspero y bronco el quinto, manso con movilidad el sexto. Encastado el segundo, Cigarro II, número 536, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre.
Pesos: 432 ( rej. ), 432, 443, 456, 450, 445 y 465 kilos.
Rejoneador Francisco Javier Rodríguez: Silencio tras aviso.
Julián López El Juli, de Corinto y oro: Silencio y silencio.
Antonio Barrera, de rosa y oro con remates negros: Dos orejas y palmas.
Alexander Guillén, de nazareno y oro: Silencio y silencio.
En la brega destacó Álvaro Montes y con las banderillas Mauro David Pereira.
Casi lleno en tarde nublada y fresca.
Antonio Barrera salió en hombros por la puerta grande.
Crónica de Víctor Ramírez Vitico
Fotografías de Gladys A. Castillo Mariñez