Camille Juan el novillero galo quien hizo su presentación en el coso de la familia Arroyo, pasó sin pena ni gloria no se le vio nada con el capote, y con la muleta estuvo apresurado, caminándole siempre al del batan un utrero muy avisado, al que no supo entender y jamás logro meter en la muleta, Con la toledana mató de estocada contraria, fue aplaudido y saludo en el tercio.
El zacatecano Antonio Romero saludo a su novillo con lances a la verónica, finalizo su labor con la capa con un quite por tapatías y otro por tafalleras, concluyendo con una revolera. Con la franela inició toreando al morito con la mano derecha, para después toréarlo con la siniestra y con seguir pegarle un par de naturales que no pudo ligar y el segundo de la tarde se resguardó en las tablas. Pinchó una vez y mató de estocada tendida. Por petición del respetable saludó en el tercio.
Jaime Ruiz natural de Apizaco Tlaxcala, que pisaba por tercera ocasión el ruedo de la plaza Arroyo, demostró que a pesar de contar con solo seis novilladas de manera profesional tiene patas para gallo. Con el percal estuvo inspirado iniciando con cadenciosas verónicas, llevando a Garbeto un cárdeno oscuro al caballo, para rematarlo con estatuarias tafalleras. Con la bayeta su faena fue erigida a base de prolongados naturales, logrando meter al astado en su muleta, despidiéndolo con un forzado de pecho y concluir el tercio de muerte con soberbias manoletinas. Para enseguida montar la espada y tirarse a matar con un espectacular volapié, dejando una estocada delantera, que fue suficiente para despachar al tercero de la tarde. Y provocar la euforia del respetable que exigió a la autoridad la oreja, misma que fue concedida en acto seguido. Con la que Ruiz dio la vuelta al ruedo.
El colombiano Juan Solanilla salió a pelearse las palmas, demostrando que es un torero que tiene escuela y que sabe pensar enfrente de la cara del toro. Con la capichuela estuvo verdaderamente artista recibiendo al que cerró la tarde de nombre Timonero con tercia de exquisitas verónicas que arrancaron el olé de las faringes del respetable, y rematarlo con una revolera para ponerlo en la jurisdicción del de Aupa, finiquitando su labor con la capa con ceñidos quites por chicuelinas. Inicio su labor con la bayeta con muletazos de rodillas, para enseguida ponerse de pie y torearlo con la mano diestra consiguiendo pegarle unos acompasados derechazos muy despatarrado que animaron al conclave, templando la embestida del cornúpeta, metiéndolo a la muleta, y cambiarse el engaño a la de cobrar logrando pegarle una cadenciosa tanda de naturales, que remato con pintureras manoletinas. Y enseguida ejecutar la suerte suprema y dejar un bajonazo, que le impidió llevarse los trofeos a su espuerta. El público demandó las orejas al Juez de Plaza Eduardo Delgado, pero este nos las otorgó, y el bogotano tuvo que conformarse con dar dos vueltas al ruedo.
SOL Y SOMBRA
SOL
En esta ocasión solo hay comentarios favorables del décimo segundo festejo de la Temporada de Novilladas 2008 de la Plaza de Toros Arroyo. Destacando las actuaciones de los novilleros Jaime Ruiz que con solo seis novilladas con caballos ha demostrado que es un torero que ha evolucionado y que si sigue por esa senda indudablemente lo veremos próximamente en la Plaza México en su temporada de novilladas 2009. Y qué decir de Solanilla que con 35 festejos en su haber ha demostrado que es un torero maduro con clase y buenas maneras. Y que al igual que Ruiz seguramente tendremos el gusto de verlo actuar el año entrante en el coso de Insurgentes y probablemente haciendo campaña en Europa.
Desde México D.F., crónica y fotos de José Ricardo Gómez Cardona