Álvaro Matías Martín, adquiere la ganadería de D. Justo Nieto Martín en el año 2008 manteniendo el mismo encaste, Vega-Villar. Se realiza la compra de 60 vacas madres, 3 sementales y unos novillos. A partir de ahí empieza una selección hacia un toro puro del encaste, bravo y noble, yendo a más en cada una de sus embestidas y que pelee hasta el último momento. En una época de monoencaste, apostar por el Vega Villar resulta una opción que sólo el recuerdo al prestigio de estos toros tan solicitados por las figuras de los años 50 y 60 del siglo pasado, y el entusiasmo de Cristina y Álvaro, los hijos del titular del hierro de la estrella de cinco puntas, pueden enderezar en esta vuelta de la familia Matías a la crianza del toro de lidia. Esfuerzos e ilusión derrocharán, sin duda, para consolidar una ganadería joven que pretende abrirse camino dentro del panorama ganadero nacional.