El nombre de Manuel Laureano Rodríguez Sánchez «Manolete» (Escalera del Éxito 131) forma parte de la historia de la Fiesta Nacional, lo mismo que el de otras figuras clásicas como el torero rondeño Pedro Romero, el sevillano » Pepe-hillo, el granadino Frascuelo, o la dinastía los «Gallos», los Bienvenida etc.  

«Manolete» como es conocido por todo el mundo taurino está considerado el IV Califa del toreo, precedido por «Lagartijo I» y «Guerrita II», sin olvidarnos de «Machaquito III» y por último el «Cordobés V» Cálifas del toreo respectivamente.

El alma eterna de «Manolete» irá siempre ligada a las notas de su grandioso pasodoble, que sonó a su lado y le acompañó siempre en las tardes de gloria y triunfo, entre los aplausos y olés hasta aquella trágica fecha del jueves 28 de agosto de 1947 en Linares (Jaén), en la que compartía terna con Rafael Vega de los Reyes «Gitanillo de Triana» y Luís Miguel «Dominguín», cuando el toro «Islero», quinto toro de la tarde marcado con el número 21, alcanzó el muslo derecho del torero. Desde entonces, y hace ya 74 años el trono del Califa sigue vacío.

Pedro Orozco González, nacido en Granja de Torrehermosa (Badajoz) y afincado a la capital cordobesa, y José Ramos Celares fueron los autores de esta genial ofrenda musical, estrenada la gélida tarde del 19 de marzo de 1939, fecha en la que se iniciaba la temporada taurina en la Plaza de Toros de «los Tejares» de Córdoba. En aquél primer festejo del año 1939 actuaron los novilleros Rafael Álvarez «Gallito», Luís Díez Espadas y el propio Manuel Rodríguez Sánchez «Manolete», que tomaría la alternativa cuatro meses más tarde, el día 2 de julio de 1939 en Sevilla, de manos del torero de la tierra Manuel Jiménez Moreno «Chicuelo», siendo testigo de la ceremonia el torero anteriormente citado Rafael Vega de los Reyes «Gitanillo de Triana». 

Aquella fue una  novillada, celebrada a beneficio de la construcción de un trono procesional para el Cristo de la Caridad, cuya hermandad acababa de fundarse en la Parroquia de San Francisco y San Eulogio de Córdoba, y esa misma tarde sonaron por vez primera, los majestuosos compases de este Pasodoble e interpretados por la Banda de Música del Ayuntamiento cordobés haciéndose pronto muy popular.

El texto más conocido de esta maravillosa composición es la que en su estribillo dice así:

«MANOLETE», «MANOLETE», de la tierra los Califas eres torero,

llevas sangre de valiente,

y por tu arte a ti te aplaude el mundo entero.

De «Guerrita» y «Machaquito», eres honra y tradición,

de tu tierra cordobesa,

eres tú su mejor galardón.

Con posterioridad alguien dejó escrita una letra que doy a conocer:

Suenan clarines/se adivinan faenas de ensueño.

Un toro negro/ retador sale inquieto a la plaza.

Es una lucha/donde el triunfo y la muerte se funden.

Es en Linares/donde el asta

se clava en tú cuerpo.

Allí, por tú corazón,

recibiste la gloria por gracia de Dios.

«MANOLETE», «MANOLETE»

vive ardiente tu recuerdo en la afición,

y el ejemplo de tu muerte

tiene el eco de tus tardes de valor.

«MANOLETE», «MANOLETE»

sangre, llanto y emoción,

hoy tu tierra cordobesa

te venera como te aplaudió.

Sin comentarios….

Antonio Rodríguez Salido

Compositor y letrista

Escalera del Éxito 176

Jose Luis Cuevas

Montaje y Editor

Escalera del Éxito 254