Está demostrado. Los toreros veteranos o entrados en años definitivamente están llevando la gente a las plazas y más si es por una causa benéfica.

Acaba de suceder en Tlaquepaque – Jalisco – México y Córdoba en España con Eloy Cavazos y Manuel Benítez El Cordobés respectivamente que convocó a los aficionados no solo para degustar de su toreo, sino también para hacerse participes de sendas obras sociales.

En éstas épocas de ausentismo en las plazas del mundo, requerimos de figuras de antaño que en su oportunidad vestidos de luces, dejaron cada uno con su personal estilo, lo mejor de su repertorio.

Qué duda cabe que los veteranos siguen siendo un referente en la fiesta y que ahora más que nunca se necesitan para revolucionar nuevamente la actividad taurina tan de capa caída?

Algunos dirán que están en uso de buen retiro y razón tienen, pero el rescate de la fiesta podría estar en sus manos con presentaciones que despierten interés apoyados por organizaciones que necesiten de recursos para sus obras sociales.

Quien niega querer ver de corto a un Manzanares (padre), o un Niño de la Capea, o un Palomo Linares, o un Roberto Domínguez, o unos hermanos Campuzano?

O en lo que concierne a Colombia, toreros de la talla de Enrique Calvo El Cali, Jorge Herrera, Jairo Antonio Castro, Gitanillo de América, Cesar Rincón.

Es difícil pero no imposible y le harían un gran favor a la fiesta, programándose un tour taurino por diferentes plazas, averiguando de antemano a favor de que entidad o entidades benéficas fuera su actuación.

Festivales en los que tengan cabida también toreros activos y naturalmente novilleros con ejemplares bien presentados de reconocidas ganaderías que den garantía para el triunfo de los actuantes, se deben programar con costos muy económicos atrayendo tanto a viejos como nuevos aficionados con incentivos que les permita ingresar a la plaza de toros a ver un espectáculo de calidad.

Si todos los estamentos de la fiesta unen fuerzas y se deja atrás egoísmos, envidias y se piensa más con el corazón que con el bolsillo, seguramente la actividad taurina renacerá y las plazas de toros tendrán en sus graderías el público que una vez se espantó por altos costos en las entradas para ver espectáculos mediocres y monótonos.