Un dúo perfecto el que formaron en Maracay el toro de Juan Campolargo y el matador Hassan Rodríguez «El Califa de Aragua». Ya comenzado el maratón taurino Ferial de San José 2015 en el coso aragüeño y allí la plaza de toros de la Maestranza de Maracay Cesar Girón  abierta de par en par, luciendo como siempre, con sus banderas hondeando al viento.

Sin embargo, era evidente que por ser el primer festejo de la feria muchísima gente en la calle acudió al llamado del festejo, porque se veía un gran ambiente acogedor lleno de expectativas porque el cartel era de lujo, en los tendidos hubo gente conocedora del medio taurófilo amable, dispuesta en aplaudirlo en  todo. Pero Hassan Rodríguez ha conseguido ir más allá. ¿Esta en su mejor momento de su vida de torero? Seguro que si. Sólo así se comprende que no tirara por la calle del medio con el remiso segundo de su lote, un toro sin calidad y acobardado en los chiqueros al que sobó con inteligencia y maestría llevándolo a los medios del anillo hasta hacerlo pasar en un puñado de naturales que supieron a gloria. A partir de ahí volvió a mandar el torero.

Daré inicio con el espada aragüeño Hassan Rodríguez CON TODO RESPETO: ¿Como no podía ser una de las figuras de la tarde este torero del patio, si venía de ser el máximo triunfador de la feria pasada de San José 2014 y la reciente feria del Sol?

Con el que abrió plaza  hubo una actuación muy limpia por parte de este joven diestro, suficiente para ejecutar el toreo de apoteosis, el toreo que hace llorar, con las manos muy bajas y recogidas, sublime con la capa bordó seis verónicas y una media llena de encantos y profesionalismo mostrando un recital de su gran toreo con el capote.

Con la muleta, tan grande como se esperaba y se quería, fue capaz de perfumar el graderío extraordinario, pases en  derechazos con mucho temple, relajando la postura corporal, pero fue superior al natural, que bien toreó Hassan Rodríguez!, con ese arte y sentimiento auténtico que hace que la rama de su nombre no se marchite en “su” amada plaza de Maracay, hay que admitir que la faena de este primero de la tarde fue la que mas el publico agradeció y valoró por su entrega de torero porque el toro no tenia raza ni fuerza, era muy soso. Lamentablemente este toro dio poca alegría en un día tan especial para el toreo. Lamentablemente no estuvo acoplado en el momento de entrar a matar, a la vista está que falló en la suerte suprema. Fuerte ovación.

Ya lo he dicho en varias ocasiones en mis reseñas, Hassan Rodríguez es un joven diestro que puede forjar su toreo en gran proyección con sitio, temple, empaque y profundidad. En su segundo, un toro sin clase muy flojito en sus arrancadas de querer embestir pero se desplazaba, obligándole supo el diestro Hassan Rodríguez sacarle lo mejor que pudo. Pero de todas  las cosas  que pude detallar solo tres  naturales quedaron grabados en mi memoria. Me dirán ustedes que arrastrando media muleta por la arena y componiendo muy bien la figura, un trincherazo y un pase de pecho rematado con gran sentimiento y gusto no son suficientes como para justificar una tarde?. Todavía no logro conciliar el sueño por lo que observé en el joven matador. Esto es lo que pasa con Hassan Rodríguez para mí, insisto el asunto está clarísimo, la mejor faena por naturales resultó ser del TORERO QUE SE JUEGA LA VIDA CON LA MUERTE y punto. Su muleta es una guitarra. Tuvo música y olor  también la faena de muleta con la mano derecha de Hassan Rodríguez  sólo le faltaron las lágrimas de Manolo Caracol (se afirma que una vez el legendario cantaor en la barrera de la Maestranza se conmovió cuando el Faraón hacía una faena en el año 1977). Hassan Rodríguez  le peleó de frente siempre hasta el final  pero volvió a fallar con el estoque, aun así recibió una fuerte ovación del concurrente.