Tres cuartos de entrada en la Plaza Monumental Zacatecas, en esta corrida a beneficio de los damnificados de Tlaltenango; alternaron Eulalio López el Zotoluco, el sevillano Antonio Barrera y José Guadalupe –mejor conocido como Joselito- Adame Montoya. Encierro de Pepe Garfias, muy bien presentado, que dio buen juego a los matadores, todos recargaron con bravura en los caballos. El subalterno Fermín Quiroz otra vez dio la mala nota, pues por sus malos oficios provocó que se despitonara el tercer toro de la tarde, No. 119, el que pudo haber sido el mejor de toda la temporada.

Eulalio López el Zotoluco (de marfil y oro), lidió muy bien a su primer toro, pero sus ya acostumbrados bajonazos borraron lo poco bueno que pudo hacer, evidenciando una falta de ética profesional y poco respeto por la afición zacatecana. En esta ocasión, el respetable le reprochó su actuación. De él mejor no hablamos.

Antonio Barrera (de rosa y oro), recibió al segundo de la tarde, Mala Cara, No. 137, 460 Kg., cárdeno oscuro, sobaquero, meano, enmorrillado, lunares blancos en los carrillos y en el pull. Salida Contraria, con brío; Barrera lo lancea por verónicas y lo remata con una rebolera seguida de una brionesa; luego lo brega y lo lleva a los caballos, donde evidencia bravuconería y malas ideas; buen tercio de banderillas; Barrera brinda al respetable y de rodillas inicia con pases por alto; tres tandas por derechazos con mucho temple y el toro empezó a recular, es un toro manso, que más que embestir sólo pasa trotando, sin embargo, Barrera se vio muy voluntarioso, con ganas de agradar, deja un pinchazo y luego una media estocada, con la que despacha a Mala Cara. Palmas. El quinto de la tarde, Heredero, No. 23, 492 Kg.; cárdeno claro, nevado de los cuartos traseros; inicia con 5 verónicas a pies juntos, muy bien hechas, en los caballos el toro recargó bien como todo el encierro, pero no se prestó para el quite; con la muleta el toro tardó en embestir; Barrera le hizo una faena larga, derechista, con mucha voluntad; por naturales el toro no pasó bien, daba empellones y regateó las embestidas. Deja un pinchazo y luego una estocada ligeramente desprendida, cruzada, pero efectiva. Palmas.

Joselito Adame (azul marino y oro); recibió al tercero de la tarde,  Centenario, No 119, 520 Kg., un toro con mucha bravura y trapío, negro, meano, sobaquero y gargantillo; al que metió en vereda desde el inicio, toreándolo con cadencia por verónicas; recargó bien en los caballos y al quite, Joselito le hizo unas chicuelinas pintureras rematándolo con tres reboleras al hilo; luego, con las banderillas, el matador se lució arrancando la ovación del público: se asomó al balcón en tres ocasiones, siendo el mejor par el primero; luego, Fermín Quiroz, provocó que Centenario se despitonara en el burladero; pese a esto, Joselito lo toreó muy bien, pero de manera breve para no alargar la agonía del toro, Centenario embistió con bravura a pesar de lo mermado de sus facultades; a la segunda oportunidad, el matador deja ¾ de acero y termina con Centenario. Petición de oreja no concedida. Palmas. El sexto toro, Tinterillo, No. 138, de 475 Kg., negro zaino; hubo poca labor con el capote porque el toro no se prestaba, salía suelto y no acudía; recibió un puyazo un tanto trasero; Joselito vuelve a lucirse con las banderillas; brindis emotivo al maestro pintor Alfonso López Monreal –gran aficionado de la fiesta brava-; inicia su labor con la muleta con pases por alto, un trincherazo y luego dos pases del desdén; Joselito entiende muy bien al toro y en los medios lo torea por naturales con mucha suavidad –mientras la Banda del Estado lo acompaña con la Marcha de Zacatecas-; alarga bien la mano y le hace una tanda por derecha, con pases hondos de mucho sentimiento y temple; despatarrado, sigue con derechazos hasta ligarle dos tandas más que remata con el de pecho; luego con ayudados por naturales hace que el toro entre –pese a sus condiciones regulares en la embestida-; dos molinetes y luego toreó en redondo para finalizar esta magnífica labor muleteril con cuatro manoletinas que quedan para el recuerdo; deja una estocada completa, un poco trasera y tendida que sin embargo, despacha a Tinterillo al primer viaje. Dos orejas, vuelta al ruedo y salida a hombros. Donde hay torero, hay toro. Enhorabuena Joselito.

 

 

Desde Zacatecas, Jánea Estrada Lazarín

                                               La Jornada Zacatecas